“Como los bares no se abrían entre semana, el lugar de reunión eran los establos”, relata Domingo Egea Bazán, habitante de Beire de 90 años. Su testimonio, que suena con la intención de mantener vivo el patrimonio histórico de su tierra natal; es uno de los que se ha presentado dentro del proyecto que mantiene vivo el recuerdo inmaterial de Beire. Así lo aseguraba el lunes el alcalde de esta localidad foral, Sergio Fresán, que reconocía “el importantísimo trabajo que se ha llevado a cabo y el esfuerzo que ha hecho el ayuntamiento para financiar la iniciativa”. Se ha sufragado con 4.000 euros.
El proyecto, impulsado tanto por la Universidad Pública de Navarra como por Labrit Multimedia, centra su objetivo en mantener la identidad de las localidades de Navarra. De esta forma, son los propios vecinos quienes cuentan sus recuerdos a través de varias horas de entrevistas; lo que luego se convierte en un vídeo que recopila lo que fueron los municipios en otro tiempo. “No es un gasto, sino una inversión en cultura e historia. Es patrimonio inmaterial. Así como el material se queda entre nuestras calles en plazas o iglesias; lo inmaterial se perdería si nadie se encarga de divulgarlo”, explicaba Fresán.
Por este motivo, desde el ayuntamiento se decidió que fuesen seis vecinos quienes narrasen sus experiencias. “Elegimos a quienes pensamos que no les importaría contar lo que acontecía entonces, incluso dentro de su casa”, argumentaba el alcalde. En esta línea, han sido José Jesús del Villar y Juana del Villar, Domingo Egea, Pablo Sola, Margarita Ongay, Tere González, María del Carmen Allí y Miguel Ángel Zarraluqui quienes han relatado un total de 469 recuerdos en 12 horas de grabación.
El vídeo de la presentación, que se resume en una hora, fue proyectado el pasado viernes en la casa de cultura de Beire. Al acto acudieron 70 vecinos, además de Fresán; el responsable del proyecto por parte de Labrit Multimedia, Abel Castillo; y el mismo por parte de la UPNA, Alfredo Asiáin.
Los entrevistados, que recibieron un obsequio por parte del consistorio, escucharon sus testimonios que incluían ideas como que antiguamente en Beire sólo existía un teléfono público desde el que llamar o cómo las mujeres tenían que ir a lavar al río. También se contó cómo pasaban las horas siendo niños y gracias a los juegos típicos de su época, como el safo, las chinas o las muñecas de trapo.
Asimismo, en el consistorio se ha quedado una copia del documento, que formará parte del archivo municipal; mientras que los protagonistas del vídeo guardarán el mismo. “Esto se queda recogido para siempre. Ninguno nos quedaremos en este mundo, pero lo bonito es que se quede nuestro testimonio y eso perdure para dar vida a las nuevas generaciones”, terminaba ayer el alcalde, “orgulloso y muy contento” con la puesta en marcha de este proyecto.
Diario de Navarra
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