Mi carta anterior sobre el coto no tenía que ver con estar a favor o en contra de la caza (que lo estoy, no acepto que a una matanza de animales se le llame deporte), sino en hacer un escueto análisis de la gestión del coto Valdorba.
Jesús Campos Irazu, presidente del coto (así firma en su carta del 2 de enero), en contestación a mi escrito, considera incorrecta parte de esa información, pero no responde a los argumentos críticos “por no hacer un escrito prolijo y aburrido”.
Como, si no aclara ciertas cuestiones, se podría pensar que oculta algo, me gustaría volver a alguna de las críticas, a ver si esta vez puede/quiere explicarse. Creo que le darían espacio en el diario, ya que su carta anterior, prácticamente estaba ocupada por lo meritorio de su gestión, y no hace falta que ponga más de eso.
En 2012, tras varios años de reuniones y requerimientos por parte del Ayuntamiento de Leoz con representantes del coto, con el fin de que estos cumplieran con las condiciones del arriendo, el asesor ambiental municipal hace un informe. En él, y con letras mayúsculas se puede leer: “No se ha producido una mejora significativa en el estado de limpieza del coto Valdorba”. Efectivamente, los campos de cultivo que rodean el campo de tiro al plato y otros, se veían llenos de plomo y otros residuos, amontonamiento en escombreras, en las laderas del monte, etcétera. Que en esas condiciones recibieran un premio “máximo exponente de la calidad ambiental”, en palabras de Juan Campos, sorprende un poco.
Sí que tuvo que ser complicada la limpieza que hicieron el año pasado. No sé si se conoce dónde fueron a parar los residuos tóxicos, que, como es sabido, requieren un tratamiento especial.
Dice también Juan Campos que la disminución de rapaces en la zona de influencia del coto nada tiene que ver con sus actividades.
Los ornitólogos J. Jesús Iribarren y Antonio Rodríguez Arbeloa, ya citados en la carta anterior, llevan casi 50 años estudiando las rapaces de la zona de Valdorba. El presidente del coto dice que he manipulado los informes de los expertos, pero lo que dicen en el del año 2005 es que había tenido lugar un desplazamiento de las especies estudiadas, en dirección oeste, hacia Pueyo y monte del Conde. “La causa es, seguramente, que allí no hay caza intensiva”, decían. Se supone que la actividad del coto tendría que ver con esto, ¿no, señor Campos?
Este nos dice también que la disminución de las rapaces es generalizada en el resto de Navarra y de la península. Pues no es esta la opinión de algunos expertos, como los de SACRE ( Seguimiento de Aves Comunes Residentes en España) en un reciente informe. Por lo menos, en lo que se refiere a los milanos, real y negro, las cifras se mantienen estables en la península y al alza en el norte. Y en Navarra con fluctuaciones según comarcas, pero estable en general.
Seguramente el presidente del coto, Juan Campos, tiene grandes cualidades para promocionar sus negocios, relaciones públicas y todo lo que se requiere. Pero presumir de gestión ambiental, parece ya demasiado.
Pedro Osés (Ekologistak Martxan)
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