Un monolito colocado el pasado mes de octubre y situado junto a la carretera, en la segunda curva que va al fuerte del monte Ezkaba, ha sufrido el pasado fin de semana un ataque vandálico y junto a una esvástica nazi, ha aparecido tachada con pintura negra la inscripción que homenajea a los 11 vecinos de Murillo del Fruto y Santacara que fueron fusilados en este lugar el 11 de enero de 1.937.
Como represalia tras la muerte en el frente de guerra de un vecino de Murillo el Fruto, algunas familias del pueblo reclamaron que en un acto de venganza, se fusilase a los vecinos que estaban encarcelados desde los primeros meses del levantamiento militar en el Fuerte de San Cristóbal. El día 11 de enero, les comunicaron su liberación y cuando el camión que los trasladaba a Pamplona llegó a la segunda curva, fueron fusilados. Los enterraron en el mismo lugar donde los fusilaron, siete eran vecinos de Murillo el Fruto y cinco de Santacara. Hacia 1979 la fosa fue intervenida por familiares y vecinos de los pueblos.
La inquina de la extrema derecha contra este lugar de memoria histórica que es el monte Ezkaba y lo que representa, es tristemente conocida. Constantemente aparecen pintadas con banderas españolas en cualquier punto de la carretera, en los muros del fuerte, además de frases insultantes y amenazantes, vivas a España y cruces gamadas. El monolito conmemorativo colocado con motivo de celebrarse el 50 aniversario de la fuga en el año 1988 ha sufrido varios ataques y la destrucción total en uno de ellos. Los ataques y la destrucción de las placas en los cementerios de los pueblos cercanos al monte que alojan enterramientos de presos, son también recientes. Y ha habido amenazas de muerte. A consecuencia de estas amenazas y ataques contra monumentos y placas relacionadas con la memoria histórica, por primera vez en el Estado español, un grupo de ultraderecha deberá rendir cuentas ante la justicia bajo la acusación de integrar una organización terrorista y la causa será juzgada en la Audiencia Nacional
No es casualidad que se perpetre este atentado entre los días 3 y 4 de enero al tiempo que en Elía están siendo exhumados tres fugados del penal-campo de concentración de Ezkaba. No es solo un ataque a la memoria de las víctimas asesinadas por el bando franquista; es una amenaza intimidatoria a la labor constante de las de la personas y colectivos. La acción entusiasta y voluntaria de estos denuncia la indignidad que aún se resisten en abandonar algunos gobernantes.
La Asociación de Familiares de Fusilados de Navarra AFFNA-36 consideramos que este ataque proviene de los anti-demócratas que siguen defendiendo el régimen fascista de terror que se levantó en 1936 contra la legalidad democrática de la República y que se impuso en España en 1939.
Exigimos que la justicia actúe contra ellos, esclarezca lo sucedido y haga pagar a los responsables de este atentado contra un bien público y contra lo que ello representa, que es un trozo de memoria del pueblo de Navarra y un homenaje a las víctimas del franquismo y sus descendientes. No vamos a cejar en el propósito de lograr la verdad, la justicia y la reparación para todas las víctimas de las hordas fascistas y la dictadura. Que se investiguen los hechos y se protejan estos lugares.
Solicitamos al Ayuntamiento de Berriozar que ponga la correspondiente denuncia en los juzgados, por el ataque sufrido.
Asociación de Familiares de Fusilados de Navarra AFFNA-36
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