viernes, 12 de julio de 2013

UN JUEVES INOLVIDABLE Y PEDAGÓGICO

La fecha, como tantas otras, hay que recordarla. Así que dejaré constancia de que aludo al jueves 11 de julio del año 2013.
Esa jornada fue testigo involuntario de lo que se entiende en los cuarteles generales de los partidos cuando se alude a conceptos como Democracia y Coherencia.
En Madrid, en sede parlamentaria, el Partido Popular impuso su mayoría absoluta para que la Diputación Permanente rechazara la presencia de Mariano Rajoy y explicar su versión sobre el presunto cobro de dinero en B, entregado, al parecer, por  Bárcenas, cuando era ministro.
En Sevilla, en sede parlamentaria,  PSOE e Izquierda Unida unieron sus fuerzas para evitar un pleno sobre el caso de los ERE.
¿Observan ustedes alguna diferencia?
Con conductas como estas no es de extrañar que el prestigio de los políticos dure lo que un asalto en el ring y que, cuando las campanas toquen a urna, habrá cada vez menos campaneros. Debieran pensar en ello los amos del corral.
Entretanto, otra mala noticia. Procede del Tribunal Constitucional. Suspende el decreto andaluz sobre desahucios. Medida que ha beneficiado a doce personas en riesgo de exclusión y que, de acuerdo con lo que dicta el citado decreto, disponen de un par de años (pagando un alquiler social) antes de su desalojo. Me resulta extraña la diligencia del alto tribunal en este asunto y tiendo a pensar que, de haber seguido “otro ritmo”, el número de afectados habría sido infinitamente mayor. No crea el lector que este logro es tal. Países como Gran Bretaña contemplan estos mecanismos y nadie duda de su eficacia puesto que siguen vigentes.
No cabe duda de que el Constitucional ha tenido en cuenta el previo aviso de Bruselas sobre la controvertida medida de la Junta de Andalucía; medida que, dicho sea, obedece a la acción de Izquierda Unida socio de gobierno con un socialismo a la deriva por el escándalo de los ERE.
No se trata de entrar en detalles jurídicos sobre los asuntos expuestos (inútil tarea para una ciudadanía que ha despojado de la presunción de inocencia a unos y a otros); más bien de extraer conclusiones. Peligrosas, pero también de esperanza (y no precisamente Aguirre) para el cambio de mentalidad ciudadana.
Estas conclusiones echan por tierra la garantía del poder Legislativo y destacan la insensibilidad de un poder Judicial incapaz de mover ficha y ofrecer alternativas reales que otorguen el necesario basamento jurídico.
Aludir al poder Ejecutivo sería tanto como distraer la mirada hacia Bruselas a sabiendas de que son ellos quienes gobiernan porque España solo se ajusta a la cuenta de rigor.
En los tres poderes clásicos establecidos por Montesquieu el Estado español fracasa en su gestión de manera rotunda y abona para el futuro la extensión de la temida pregunta: ¿votar? Para qué.
Nada resulta más demoledor para el Sistema que la ciudadanía le de la espalda porque sería reflejo de que es prescindible. De tal coyuntura deriva el aplauso a “otras” maneras de actuar que allí y allá surgen como iniciativas no exentas de riesgos y sobradas de imaginación. En este punto se reclama una mayor atención mediática que permita un amplio conocimiento de la economía del trueke, la soberanía alimentaria, la autogestión, o la mera existencia de pueblos con su propio sistema económico.
No se trata de establecer un índice de prioridades y fijar posiciones, pero lo cierto es que temo por el futuro de esas “otras” maneras de vivir, que, caso de éxito, sufrirán las embestidas de ciertos poderes que, todos a una, reclamarán armas y argucias para acabar con la infección sobrevenida.
No quisiera terminar sin citar a Pedro J. Ramírez, Barcenas y Gómez de Liaño como el "Trio la la la" del milenio. Dios los cría y ellos se juntan ¡Pais!

Félix Hereña, en El Sillón Informativo

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