jueves, 25 de julio de 2013

A ANA MATO LE FALTA VARÓN

Sepan mis despiadantes lectores que detesto escribir dos veces seguidas sobre la misma jaguaresa, persona o cosa. No me gusta repetir con determinadas mujeres, por ejemplo. Pero es que Ana Mato, a la sazón, es ministra de sanidad muy dicharachera, y es deber del cronista responder a las dicharacherías de las ministras más monas. La prensa revolucionaria no tiene por qué dejar de ser muy chic. Nos acaba de decir Ana Mato, ex esposa del gurteliano Jesús Sepúlveda, que “la falta de varón no es un problema médico”, y que por eso las solteras no tendrán posibilidad de inseminarse y tener hijos por la sanidad pública.
Pues coño, yo creo también que la falta de varón no es un problema médico, pero el exceso de varón, si es un barón de la Gürtel como le pasó a la Mato con el gurteliano Sepúlveda, puede tambalearte el ministerio. Y que se tambalee el Ministerio de Sanidad es cosa que presumo perniciosa para la salud de la gente.
La ausencia de macho no es un problema médico, como antes no era un problema médico el cáncer, pues antes era incurable y mandaban a la gente a morirse a su casa. La ausencia de macho, en el caso de Ana Mato, es su única posibilidad para no ir a la cárcel. Y en el caso de algunas otras mujeres, quizá libres, la falta de macho solo es el derecho a no tener macho. No entiendo por qué una mujer con macho tiene más derechos que una mujer sin macho. Debe ser que los machos somos jurídicamente estupefacientes, y puntuamos doble en el código penal y en eso de las leyes. Si tienes macho, tienes más derechos, según ha quedado demostrado caligráficamente en las precedentes líneas.
Esta chica, Ana Mato, cuyo macho tenía en el garaje un Jaguar regalado por Correa, se niega a inseminar a las mujeres sin macho. Cosa que creo que es bien barata para la sanidad pública. Lo de inseminar a una mujer. Los jaguares en el garaje nunca fueron baratos para la sanidad pública, que se sepa.

Yo, entre boutade y boutade, entre mentira y mentira, entre pijada y chorrada, ya es que me voy como cansando del Gobierno, o sea. Y me da la impresión, seguramente equivocada, de que esto de que la mujer sin macho no se pueda inseminar, y de que la mujer con macho sí se pueda inseminar, es contrario a una tal declaración universal de los derechos humanos, ya que las dos son mujeres. No conozco a ningún tío al que le quiten los derechos por no tener hembra. Pongamos un ejemplo en la entrada de urgencias de un hospital:
Que no, que no le tratamos del infarto, pesao. Que la sanidad pública no atiende el infarto a los que no tienen hembra, porque no tener hembra y tener infarto no es patología, sino falta de pericia, pringao, porque si no tienes hembra el corazón no te sirve para nada. Anda y muérete en la calle.
Que eliminen la inseminación artificial para todas. Es la única manera de justificar esta medida. Que hace desigual a una mujer ante otra mujer. Que deslegislemos absolutamente todo. Leyes a la medida de la beatería. Según mi escaso entender, las palabras de Ana Mato esconden el mayor retroceso legislativo de la democracia española. Si hacemos balance de todos estos años, una de las pocas cosas soñadas que se han conseguido en España tras el franquismo es acercar a la mujer y al hombre. No del todo. Pero desde ahora hay mujeres que tienen aun menos derechos que ayer por “la falta de varón”. Yo, si fuera mujer, montaría una buena.
Aníbal Malvar, en Público

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