La torre de la iglesia de San Pedro de Olite, recientemente restaurada, no se abrirá al público. Nadie podrá disfrutar de las magníficas vistas a las que se tienen acceso desde lo más alto del edificio porque la escalera que recorre la torre medieval de arriba abajo es de mantenimiento y no admite el tránsito de visitantes. Eso unido a la estrechez que presenta (en el mirador solo caben 20 personas) sería imposible que dos turistas se cruzasen a mitad de camino, por eso han preferido mantener sus puertas cerradas.
O eso por lo menos es lo que alegó ayer el párroco Javier Ignacio Sola en el marco de la visita oficial realizada por la presidenta de Navarra, Yolanda Barcina, así como por el consejero de Cultura, Turismo y Relaciones Institucionales, Juan Luis Sánchez de Muniáin, o el propio alcalde, Fran Legaz, con motivo de la finalización de las obras de restauración de la torre.
La actuación, que se ha prolongado desde mayo de 2012 hasta junio de 2013 bajo la dirección del arquitecto Leopoldo Gil y la aparejadora Alicia Huarte, ha requerido una inversión por parte del Gobierno de Navarra de 1.014.812 euros. El primer edil agradeció el aporte económico del Ejecutivo foral y aplaudió el resultado de la restauración. "Ha quedado magnífica dado el estado que presentaba" dijo.
La presidenta de la Comunidad Foral, por su parte, indicó que "esta última restauración, casi mil años después de su construcción, afianza la oferta cultural y patrimonial de esta localidad y del conjunto de la Zona Media. Olite se reafirma como uno de los puntos de Navarra más atractivos para el turista". Y es que al año visitan este municipio unos 150.000 turistas.
En concreto, se han sustituido los dieciséis primeros peldaños, los cuatro últimos y un dintel de la escalera de caracol; se han saneado las juntas de las campanas y consolidado los muros; y se han sustituido los dos forjados de la torre así como la escalera de acceso al mirador. Igualmente, en el exterior del cuerpo de campanas se han realizado trabajos como el cajeado y reposición de sillares y fustes; y se ha restaurado los elementos ornamentales. Por último, se ha instalado iluminación en su interior para el mantenimiento y cuidado del campanario.
Antes de finalizar el acto, el Ayuntamiento entregó un cheque por valor de 300 euros a las alumnas de Arquitectura de la Universidad de Navarra Ainhoa Martinikorena Aranburu y Maialen Apaolaza Clemente, ambas ganadoras del concurso de ideas promovido por el Arzobispado, Príncipe de Viana y el Consistorio, para restaurar una vivienda anexa a esta iglesia. La idea es que a través de esta edificación se acceda al claustro de la iglesia donde se expondrá la torre original de San Pedro en un futuro.
Diario de Noticias
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