El hecho de que haya saltado a la luz pública que se me ha suspendido de militancia durante 18 meses por pedir la dimisión en Twitter de Roberto Jiménez como Secretario General del PSN-PSOE, me sitúa en la obligación de mostrar de primera mano, como principal interesado en esta causa, mi opinión al respecto.
Fue el 15 de junio del pasado año. Esa mañana la ciudadanía se despertó con la noticia del cese del compañero Roberto como Vicepresidente y Consejero del Gobierno Foral, y por tanto, de la expulsión del Partido Socialista del Ejecutivo.
Esa misma mañana, el compañero Roberto publicó en su cuenta de Twitter (@RobertoJimenzA) un mensaje en el que consideraba que "se abría una nueva etapa” (refiriéndose a la oposición) ante la que se mostraba "con más ilusión y ganas”. Eso a mí, como militante socialista, me parecía un insulto. ¿Cómo puede estar uno ilusionado después de un gran fracaso? No lo dude y respondí, a través de mi cuenta en Twitter (@javialvarezizur), lo que mi corazón sentía: "No tienes credibilidad, @RobertoJimenezA, como para liderar una nueva etapa desde la oposición. Replantéatelo, reconócelo y dimite”.
Apenas siete semanas antes se había celebrado el 10 Congreso Regional del PSN-PSOE. En ese Congreso, Roberto Jiménez se presentó a la reelección como Secretario General sobre la base de un proyecto ligado al cogobierno con UPN (no hay más que ver la Ponencia del Congreso para ver que esto era así). Frente a esa posición, otro grupo de compañeras y compañeros, presentamos un proyecto autónomo, de alternativa real a UPN y sus políticas de recortes.
Cuando el 15 de junio escribí aquel "twitt”, lo hice porque creía firmemente, y sigo creyéndolo, que Roberto Jiménez no puede liderar el PSN-PSOE. Y lo dije públicamente ante una situación excepcional y especialmente grave: su expulsión del Gobierno Foral.
En varias ocasiones en público y en privado, el actual Secretario de Organización, Santos Cerdán, o el anterior, José Luis Izco, me habían "advertido” que podría ser objeto de un expediente disciplinario porque estaban al tanto de mis reflexiones tanto en Twitter como en Facebook.
Así fue. Se me abrió un expediente y al frente de su instrucción: Javier Remirez, para mí compañero ,lde objetividad. En consecuencia, e voy un carnsara. ando mis intervenciones tanto en Twitter como en Facebook. a que representpoco o nada objetivo en este asunto, porque bajo mi humilde opinión, podría tener un interés en la causa, y por tanto, carecería de objetividad. Al día siguiente de la notificación de apertura de expediente solicité, sin ningún éxito, que fuese otra persona la que instruyese el procedimiento sancionador que me iba afectar, dado que la instrucción de Remirez me creaba indefensión.
Lo cierto es que todavía me sigo preguntando, si esta suspensión de militancia se debe tan sólo a esto, o si por el contrario hay algo más detrás de la sanción que se me ha impuesto. Me pregunto ¿tendrá algo que ver el hecho de haber denunciado en varias ocasiones que en mi Agrupación, en Zizur, no se celebran Asambleas desde hace más de un año? ¿tendrá algo que ver que sea yo la persona que más enmiendas presentó en los últimos Congresos del PSN-PSOE, en los que a más inri apoye a candidaturas alternativas a la de Jiménez? ¿Tendrá algo que ver el haber pedido la suspensión de militancia del alcalde de Pitillas?
Me produce gran tristeza el ver como mientras a mi me suspenden de militancia por decir lo que pienso, a otros compañeros se les permita seguir en puestos que alcanzaron como fruto del pacto de Gobierno UPN-PSN, como si nada pasara.
Por último, quisiera agradecer desde éstas líneas todos los apoyos que he recibido en los últimos días. Gracias a mi familia y a mis amigos por estar siempre ahí. Gracias a todas y todos los compañeros por vuestras muestras de cariño. Y gracias también a vosotras, personas anónimas que me habéis mandado ánimos. Tengo la conciencia muy tranquila. Es más soy consciente de que más que nunca merece la pena seguir luchando. Y yo lo voy a hacer en el PSN-PSOE. ¿Por qué? Porque creo que otra forma de hacer política es posible. Porque creo que puedo aportar a la regeneración política que a gritos nos demanda la ciudadanía. Y porque en definitiva, soy y me siento socialista, no por tener un carné, sino porque lo practico haya donde voy.
Javier Álvarez Montero
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