jueves, 28 de febrero de 2013

¡ASÍ NO, SEÑORA CONSEJERA!


Afirmaba la Consejera de Salud Marta Vera en unas declaraciones con las que intentaba justificar la necesidad de la reforma del sistema de atención a la salud en las urgencias rurales que “hay médicos que con el modelo que se quiere sustituir atienden un paciente al día, cobran 140.000 euros anuales y, por las guardias realizadas, suman a sus vacaciones ordinarias dos meses más de descanso.”

Afirmación que desde Geroa Bai hemos tachado de “irresponsable y mal intencionada”. Calificaciones que suscribimos nuevamente hoy. Mal intencionada porque utiliza un dato que a la hora de la verdad es anecdótico (un único médico llegó a cobrar en 2012, según contesta la Consejera, más de 120.000 euros), pero lo manipula para querer justificar una reforma global de la atención sanitaria. Como si fueran legión quienes cobran esas astronómicas cifras. Y resulta que no, que sólo uno en 2012, dos en 2011, tres en 2010… llegaban a esas cifras. E irresponsable porque, incluso en una situación de normalidad económica y social – ¡qué no decir en la actual crisis! – un sueldo de más de 120.000 euros puede empujar a quienes cobran – cuando cobran – muchísimo menos que eso a posturas de exigencia exagerada y de enfrentamiento absolutamente innecesarias y contraproducentes para todos.

Nos ha alegrado saber que a lo largo de los años el número de médicos que ha llegado a cobrar esas cantidades ha disminuido. Pero es que incluso que sólo haya uno – no digamos nada de los 7 que estaban en el grupo de trabajadores que cobraban más de 120.000 euros en 2009 – es muestra de una pésima gestión sanitaria de la que son responsables los dirigentes de la sanidad, en última instancia, la propia Consejera.

Hay dos únicas formas por las que un médico puede llegar a ganar 120.000 euros en nuestra sanidad. Una, haciendo únicamente guardias. Esto es, haciendo 5.000 horas de guardia al año (a 24,3 euros la hora de guardia de presencia física), lo que equivale a hacer 205 guardias de 24 horas al año. ¡205 días de guardia!, más de la mitad de los días del año de guardia, algo impensable para cualquier persona que entienda que la esclavitud acabó hace tiempo. La otra posibilidad es que el médico en cuestión haga una jornada normal de mañanas (1.600 horas) por la que un médico medio gana aproximadamente 55.000 euros al año, horas a las que debería añadir las correspondientes a guardias de 17 horas (no olvidemos que trabaja por las mañanas) para llegar a cobrar los 65.000 euros que faltan para llegar a esos 120.000, esto es, 2.674 horas de guardia de presencia física de 17 horas, lo que equivale a 157 días de guardia. Esto es, una media de 13 guardias de 17 horas al mes (que suma a sus cinco días semanales de trabajo de jornada de mañana) lo que hace impensable que pueda trabajar todas esas mañanas que debe por su jornada. Algo impensable también.

Pésima gestión cuyos únicos responsables son, efectivamente, los administradores sanitarios con la Consejera a la cabeza que han permitido este desaguisado. Pésima gestión que no nos impide ver que, efectivamente, debemos avanzar hacia una racionalización de la asistencia sanitaria para que ésta sea eficaz, eficiente y de calidad. Pero no lo haremos con falsedades, manipulaciones ni mentiras. Así no, Sra. Consejera.

Porque no vamos a apoyar ninguna reforma que parta de la manipulación de los datos – malos, por su culpa, Sra. Consejera – de un ínfimo número de profesionales para con ellos llevar a la opinión pública la crítica de todo un colectivo de trabajadores de la salud que, como bien sabe la ciudadanía, trabaja con gran dedicación y entrega. Queremos, necesitamos, unos servicios públicos de atención a la salud eficaces, eficientes y de calidad. Cuente con Geroa Bai para su defensa, pero no, de ninguna manera, para el desmantelamiento de los servicios públicos, y mucho menos si para ello, además de privatizarlos, echa usted la culpa del mal funcionamiento de los servicios privatizados a las trabajadoras y trabajadores, como ha hecho usted recientemente para disculpar el pésimo funcionamiento de las nuevas cocinas hospitalarias. Así no, Sra. Consejera, ¡así no!

Koldo Martínez y Patxi Leuza

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