viernes, 27 de mayo de 2011

TXEMA MONTERO: "A BILDU LE HA LLEGADO LA HORA DE EJERCER SUS RESPONSABILIDADES"

Usted nos suele echar una mano muchas veces en los análisis de la realidad social y política de Euskadi que esta vez, después de los resultados de las elecciones del domingo ha tenido un factor muy novedoso que es la irrupción con mucha fuerza de Bildu que no sé si nos permite decir directamente equiparable a lo que era ese sector de la izquierda abertzale tradicional, digo para ir despejando ya las primeras incógnitas.

Izquierda abertzale más algo más y ese algo más es Eusko Alkartasuna que ha tenido, yo creo, que una fidelidad de sus antiguos votantes llamativa, fundamentalmente en Gipuzkoa y en Nafarroa, también en Bizkaia esto es claro sobre todo en los pueblos de la costa, y luego sectores que votaron Aralar en un momento y que ahora han vuelto a su ser.

¿Cree que es una irrupción coyuntural por todo lo que veníamos arrastrando de antes o es estructural? Es decir, la sed que tenían de votar y que se contaran esos votos de manera efectiva para llegar al poder ¿ha podido influir o esto ha venido para quedarse?

Yo creo que es estructural, es decir, la izquierda abertzale está en un momento de madurez en el sentido incluso físico. La gente que está detrás de este proceso de abandono paulatino de la violencia política y asunción de los principios democráticos está en una edad madura, han pasado por muchas experiencias anteriores y además responde a un voto muy concreto, incluso sociológicamente concreto. No es un asunto de gente económicamente airada o socialmente airada. La prueba del nueve es que la inmensa mayoría de los municipios en Gipuzkoa donde han tenido mayoría absoluta son, coinciden con ser los municipios con la renta más alta, estamos hablando entonces de un sector social de trabajadores especializados, de profesionales medios, es decir lo que llamaríamos en términos generales clase trabajadora de cuello blanco y sectores pequeño burgueses, y luego, por otro lado, también hay un factor importante que es la relación directa entre euskaldunidad y voto a la izquierda abertzale que significa que todas aquellas generaciones que ya se están culturizando desde el euskera y en euskera tienen esa propensión de manera que para mí es estructural. Luego ¿qué ocurre también? Pues que es esta historia que yo recuerdo al obispo Setién se le echaba tanto en cara cuando decía que la paz tiene un precio. La paz claro que tiene un precio y el precio de la paz es que aquellos que están de acuerdo en que ETA vaya abandonando o abandone la lucha armada como contraprestración quieren tener un éxito político y aquellos que quieren que esto suceda han apostado y hay sectores incluso para mí más amplios que estrictamente los de la propia izquierda abertzale o Eusko Alkartasuna que porque la paz llegue a conseguirse apoyan a la izquierda abertzale. En conclusión, que el debate interno que ha habido y que existe todavía en la izquierda abertzale entre creyentes y pensantes, este primer round lo han ganado los pensantes que pueden presentar un buen resultado y así pues digamos contener a los creyentes que siguen pensando que la lucha armada es el pilar fundamental del movimiento.

En ese debate al que asistimos, la izquierda abertzale desde hace por lo menos dos años de manera además ya pública, nos hemos fijado mucho, hemos puesto mucho el foco en la cuestión de la violencia, la influencia que pudiera tener ETA sobre ellos y menos en el resto de propuestas, no sé si rompiendo maximalismos ¿puede llegar el momento de ver ahora de verdad si ha habido también una evolución en ese campo que es más relativo a la gestión?

Puede haberlo en la medida que también se les dé una oportunidad. Yo aquí, por ejemplo, en el debate político entre si hay que permitir, entre comillas lo de permitir, que la izquierda abertzale, que Bildu esté presente en la gestión de la Diputación Foral de Gipuzkoa mi respuesta es un sí categórico porque tienen que tener, es la hora de la responsabilidad para ellos. Una cosa es ideológicamente pensar en ese compromiso democrático y otra es ejercerlo en lo que se llama la ética de la responsabilidad, es decir asumir los problemas, la gestión, de los ciudadanos y plantarle cara a ese reto, por tanto soy favorable. Además por otra razón, la Diputación es un órgano fundamentalmente de coordinación y de fomento a los ayuntamientos y en Gipuzkoa se da la doble circunstancia de que son mayoría importantísima Bildu en Gipuzkoa pero es que 44 ayuntamientos con mayoría absoluta y hasta otros 58 también bajo la batuta de Bildu significa que la lógica interna de ese territorio es que estén en la Diputación.

¿Abre esto algún debate sobre el rumbo que debe seguir el Partido Nacionalista Vasco o no?

Yo creo que no en el rumbo en el sentido de que hay una cosa que es clara y es el del cauce central que todavía y yo creo que durante mucho tiempo va a ser el Partido Nacionalista Vasco, y voy a poner un ejemplo gráfico. El Partido Popular dice vamos a pactar con todos menos con Bildu, el Partido Socialista dice vamos a pactar con todos menos con Bildu, Bildu dice vamos a pactar con todos menos con UPN y PP y el Partido Nacionalista Vasco dice vamos a pactar con todos. Este valor de la capacidad de poder sentarse a la mesa de cuatro patas que ya es nuestro país, con todos es el que le da sentido y profundidad al Partido Nacionalista. ¿Qué es lo que ocurre? Que la política no es sólo gestión, a veces no es sólo ideas sino también es ilusión y me da la impresión de que le falta al Partido Nacionalista Vasco una narrativa de ilusión, es decir algo que suponga, ya sabemos que lo hacen bien, pero luego eso que se dice a veces que la gente es desagradecida que yo creo que no, pero ¿para qué sirve el hacer un puente? Pues sí el puente había que hacerlo, me es igual el que estaba en la gestión, tenían que hacerlo pero eso no significa nada especial. Las adhesiones, los corazones, se ganan también con propuestas ilusionantes y yo creo que el Partido Nacionalista Vasco...

¿Le falta un plan Ibarretxe?

El plan Ibarretxe el problema que tenía es que era una ilusión imposible y en la situación en la que estamos yo creo en todo el mundo, pero particularmente en Euskadi, en el Estado español, es que hemos aprendido que las utopías tienen un precio y no está dispuesta la gente a pagar ese precio. Somos todos muy fáciles, nos adherimos con causas lejanas, Sahara, lo que sea, nos adherimos con grandes principios siempre y cuando no pasen o bien por nuestro bolsillo o bien por nuestra aportación personal y ahí es donde se rompe, la ilusión tiene que tener un principio de realidad táctica, tiene que tener posibilidad de andar si no es retórica.

No sé si se puede decir que Euskadi es más abertzale hoy que hace tres días, esto es un poco peculiar, ¿no? Ahí tiene que haber algún voto fronterizo que vaya de algún lado a otro, ¿no? Algo por lo menos.

Yo creo que Euskadi es tan abertzale ahora como hace tres días, con toda franqueza. Lo que ocurre es que no hay un abertzalómetro, es decir las elecciones lo que determinan es en cada momento concreto de acuerdo con las circunstancias unas tendencias de voto y falseadas cuando hay una fuerza que no se puede presentar y se pretende rellenar ese cuadrado que no se ha podido presentar desde los medios de comunicación o desde la ocupación del espacio público. Es decir, que ahora veamos que ahora el Partido Socialista está en el Gobierno vasco sustentado en una nimidad, en una parquedad, pues no es ningún descubrimiento, por lo menos para los que hemos estado diciendo esto durante dos años, lo que pasa es que ahora los números que siempre son información nos dicen exactamente cuáles son sus límites.

Exactamente 29,9% son los votos cosechados por la suma de Partido Socialista de Euskadi más Partido Popular. Con eso la aritmética parlamentaria no ha cambiado desde luego en Gasteiz, pero ¿con eso se puede tirar adelante un Gobierno?

Depende para qué y en qué momento y con qué pretensiones, es decir la política en nuestro país, no sé si la metáfora es acertada, es como un supermercado, es decir los lunes y miércoles puedo ir a tal estantería a comprar tal producto, los jueves y sábados puedo ir a comprar un perecedero porque llega el fin de semana, y en cada situación la opinión pública se expresa de acuerdo con lo que o bien está en juego, ayuntamientos, diputaciones, o bien está en juego el Gobierno vasco o las grandes tendencias en el Estado en las votaciones al Congreso, de manera que hay que ir haciendo un entramado de todas estas situaciones para tener la foto más certera de la situación política en nuestro país.

Patxi López ha tardado dos días en valorar los resultados, primero sobre las formas, porque ha llamado mucho la atención que lo dejara simplemente en un mensaje de 70 caracteres de twitter antes de salir ayer, ¿le llama la atención las formas o no?

Yo a veces me pellizco para saber si Patxi López existe políticamente porque lo único que veo es alguien al que se le presenta de vez en cuando por una cobertura de medios de comunicación en ese término que a mí no me gusta nada blindada y luego cuando quiere decir algo de propia mano pues lo dice a través de twitter o de alguna de estas cosas que es una especie de estoy sin estar. A mí no me sorprende, a mí lo que me sorprende es que insista en que estas elecciones él no tiene ninguna tanto de culpa ninguna cuota de responsabilidad porque ha sido efecto de la crisis generada o la situación en concreto del Partido Socialista, cuando ellos, el Partido Socialista en Euskadi ha tenido una pérdida sustancial de votos y ha perdido algunas de las plazas importantes y encima sin trasvase que es lo que podía pensarse hacia el Partido Popular porque aquí tampoco estamos hablando del Partido Popular vasco porque ha tenido en España un éxito notable, pero es que el Partido Popular vasco tampoco saca ningún rendimiento de su política de apoyo a Patxi López, ningún rendimiento quiero decir en Euskadi porque en España parece que sí.

Él ha dicho, no sólo ha dicho que no tiene nada que ver prácticamente con la gestión suya al frente del Gobierno vasco sino que ha puesto deberes a los demás. Ha dicho que Bildu debe aprovechar la oportunidad para acabar con ETA, con su presunta relación con ETA, que el PNV tiene que cortar el paso a Bildu, que el PSOE tiene que organizar un congreso extraordinario..., ha puesto muchos deberes.

Pero estamos otra vez en ese escapismo de apuntar hacia todos los demás para no apuntarse a sí mismo, es decir a mí me recuerda a Patxi López a un pájaro ahora no recuerdo en la Pampa donde pone el huevo en un lado y pega dedito en el otro. Insisto es la inconsistencia política del personaje y la inconsistencia política de su gobierno y ahora el desmerengamiento del propio Partido Socialista.

Bildu no ha querido hablar demasiado sobre la interpretación que han hecho los demás de sus resultados sobre lo que significa para ETA. ¿Usted qué cree que significa para ETA este resultado de Bildu?

Pues es un elemento de contención para los elementos más retrasados de ETA quienes todavía piensan que tienen algo que decir, fundamentalmente porque el año que viene, salvo sorpresa, el Partido Popular puede tener mayoría absoluta en España y eso hace imposible una ETA que se desmantele con una situación del Partido Popular en España, de manera que en ese sentido es bueno porque los elementos más retrasados de ETA van a estar más callados y por otro lado pues yo creo que intentar controlar dentro de Bildu, creo que el pronombre que más se va a pronunciar dentro de Bildu los próximos tiempos es nuestro, nuestro, es decir nuestro significa si es alguien que sigue las directrices de la izquierda abertzale tradicional, van a forzar el control interno hasta extremos que puede que algunos de los de EA o los de Alternativa resulten insoportables, y para intentar a través de una Bildu y luego con Sortu, si se hiciera la legalización, cosa que yo también creo que es necesaria y útil forzar esa línea para convertir lo que ha aparentado ser en un principio ha aparecido ser un movimiento amplio aspecto en algo mucho más cohexionado.

¿Qué pasa con los pequeños? ¿Qué pasa con Aralar, con Ezker Batua, con Hamaikabat?, que prácticamente ha tenido una aparición fugaz porque obtiene muy poca representación institucional. ¿Cuál es el futuro que pueden tener?

El futuro de un color gris antracita, es decir, no digo negro porque éste es un país donde todavía cien años después hay carlistas. Aquí el empecinamiento es uno de los elementos claves de nuestro ADN, pero yo creo que mal, es decir Aralar ha sido el Juan Bautista que anunció la venida del Mesías y acabó pagándolo con su propia cabeza y no es sólo una cuestión de agradecerles sino una cuestión también apoyar la coherencia que va a tener una organización como Aralar que fue capaz de dar ese salto a la piscina cuando no había agua. Lo que ocurre es que después de diez años el agua que tiene es justo para que le llegue hasta las rodillas pero no para nadar, a excepción de Nafarroa y no sé cómo se eso puede... Y en relación con Ezker Batua yo sí creo que tiene que refundarse, puede que haya un espacio para una izquierda federalista en Euskadi con gran conciencia social, van a venir tiempos muy duros para la situación económica y alguien tendrá que preocuparse de la gente que realmente lo está y lo va a pasar mucho peor por lo menos de manera enunciativa y Ezker Batua veremos si son capaces, y Hamaikabat, con toda franqueza, yo creo que ha salido a la pista.

Ya nos ha dicho que cree que Bildu debería gobernar en Gipuzkoa, nos ha dado los motivos, ¿esto tiene algo que ver con ese principio de la lista más votada o no es una receta digamos casi de catecismo?

Tiene que ver con la lista más votada, tiene que ver con el hecho de que ha obtenido un apoyo...

... No, lo digo por el resto de los territorios. Si también es extensible a otros territorios esto.

Pero en otros territorios yo creo que está bastante claro y esto sí que me preocupa un poco, que Bizkaia con el Partido Nacionalista Vasco asentado sin que nadie les sople la oreja, y en Araba con una situación yo creo que cada vez de más tensión del PSOE y el PP para ver quién hegemoniza aquello. Esto me preocupa porque hay una provincialización de la política vasca que no me gusta porque francamente nos lleva al pasado, a épocas del siglo XIX principios del XX donde quien tenía la vida política real era las diputaciones y cada provincia y no había un proyecto político vasco. De alguna manera y esto creo que es la labor fundamentalmente del PNV el fortalecer las instituciones comunes, ese hecho insólito en la vida política de nuestro país que nunca hemos tenido en nuestra historia instituciones comunes por lo menos para tres territorios, parlamento y gobierno vasco es una tarea fundamental del Partido Nacionalista Vasco, porque la provincialización de la política ahora Bildu se puede estar a gusto por la sencilla razón de que pueden controlar Gipuzkoa y el PP también porque no hay un proyecto de construcción nacional vasca así, de manera que en los demás territorios pues yo creo que las cosas van a ser más o menos similares.

Onda Vasca

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