Nosotros creemos que estos pueblos ofrecen una alternativa de vida mejor: más ecológica, más respetuosa, más armoniosa y saludable. Nuestra intención es, ante todo, que eso no se pierda.
¿Ha trabajado bien el Ayuntamiento en los últimos años?
Estamos satisfechos con lo que se ha estado haciendo. Hemos logrado centralizar la administración entre varios pueblos del valle, lo cual ha sido muy positivo y en el futuro nos planteamos seguir aplicando esta forma de trabajo: coordinarnos para resolver problemas comunes.
Cada momento es diferente. El reto ahora es evitar convertirnos en un pueblo dormitorio, trabajar para que los nuevos vecinos se sientan integrados en nuestro día a día.
¿Y tienen en cartera proyectos concretos para conseguir ese objetivo?
Por ejemplo, un club de jubilados o una sociedad donde conmemorar cosas importantes todos juntos. En Unzué todo el pueblo participa al 100% en las celebraciones: las sociedades juveniles, el club de jubilados, etc. Es un pueblo muy activo y sería interesante contar con un lugar amplio para juntarnos.
También se han posicionado en contra del TAV, cuyo trazado podría afectarles.
Estamos muy pendientes de ese proyecto. Nosotros pensamos que ese tren es muy caro y que no resolverá ninguna de las necesidades de la gente normal y corriente. Hay un tren Altaria que realiza el mismo trayecto por menos dinero, aunque le cueste un poco más de tiempo. Creemos que es una inversión injustificada y que hay otros problemas más cercanos que defender.
Y es que estamos comprometidos con nuestro entorno, con la naturaleza. Pretendemos cubrir lo previsto y plantearnos proyectos basados en criterios de calidad de vida, respeto a la naturaleza y al patrimonio, proyectos de futuro que conviertan a Unzué en un pueblo mejor para todos.
La Voz de la Merindad
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