" ¡ RESPETO, SEÑORA BARCINA ! "

La actitud de la alcaldesa de Pamplona, Yolanda Barcina, y su grupo de UPN respecto a la memoria histórica de la ciudad, solo puede calificarse como irrespetuosa, indigna y carente de cualquier sensibilidad no solo democrática, sino humanitaria.
Qué duda cabe que Pamplona-Iruña tenía una deuda histórica con la memoria de los 298 pamploneses asesinados en el alzamiento del 36. De ellos 6 concejales de la ciudad, funcionarios municipales y personas cuyo único delito era pensar diferente. Desde que en los primeros años de esta década, resurgiera con fuerza el trabajo por la recuperación de la memoria histórica, fundamentalmente de la mano de la Asociación de Familiares de Fusilados de Navarra y otras asociaciones ciudadanas, la actitud de UPN no ha podido ser más cicatera.

En la pasada legislatura, con mayoría de UPN y CDN, fueron varias las iniciativas en pleno municipal, cuya pretensión era el brindar un reconocimiento digno a estas personas. El resultado fue siempre el mismo. Tras horas de espera en el pleno por parte de familiares de los asesinados (entre ellos familiares directos de concejales de la ciudad), UPN y CDN impedían siquiera el debate de la iniciativa para indignación de los presentes. Afortunadamente, en esta legislatura, con otra mayoría, ha sido posible la aprobación de varias iniciativas, a propuesta de la Asociación de Familiares, para honrar la memoria de las víctimas del 36. Sin embargo, su cumplimiento posterior por parte de UPN y su alcaldesa, ha sido un rosario de despropósitos.
Inicialmente, colocó la placa en homenaje a los fusilados en un lugar que la asociación no consideraba correcto, a varios metros de altura (dificultando su visibilidad) y a un tamaño ridículo, especialmente si se tiene en cuenta que es 4 veces inferior a la colocada para la inauguración de la nueva Estación de Autobuses (la cual recuerda, claro está, que la Sra. Alcaldesa de Pamplona y el Sr. Presidente del Gobierno inauguraron dicha instalación), y con un texto en euskera incorrecto. Pese a las quejas, solo se corrigió el texto en euskera.

Qué no decir de lo ocurrido con las calles con denominación franquista. Hasta que los tribunales no se lo impusieron, desoía a la mayoría municipal que se lo exigía, para finalmente buscar un subterfugio legalista y mantener la indignante denominación de Conde de Rodezno.
El pasado 2 de abril de 2009, volvimos a aprobar en pleno, sin el voto favorable de UPN, una iniciativa para colocar una placa en el Ayuntamiento de homenaje a los concejales y funcionarios asesinados y depurados, así como que se dignificase la placa que homenajea al conjunto de fusilados pamploneses en la Vuelta del Castillo. Entre tanto, la Asociación de Familiares, realizaba una propuesta concreta de que texto debería albergar. La respuesta de UPN, nuevamente, no hacer nada en más de un año, salvo proponer un texto para la placa en el Ayuntamiento que nada tenía que ver con lo acordado.

De poco le vale a la Señora Alcaldesa que una mayoría municipal se lo haya exigido reiteradamente; de poco que ante cuestiones como estas tan sensibles (hablamos de la atención a demandas de familiares de personas asesinadas), toda actitud de escucha y respeto hacia las víctimas sea insuficiente; de poco que estemos hablando de personas que, como ella, fueron representantes municipales elegidos democráticamente por la ciudadanía de Pamplona. Señora Barcina, por dignidad democrática y humanitaria, le volvemos a pedir no ya que tenga empatía, sentido de ciudad y de justicia (que sería lo propio), lo que le exigimos, a estas alturas, es simplemente ¡Respeto!

Txema Mauleón, concejal de NaBai en Iruña, (Diario de Noticias)