Los treviñeses llevan reclamando insistentemente su incorporación a Alaba durante mucho tiempo. Hace una decena de años hubo un intento muy serio en el que los pro- alaveses, fuertemente organizados, se hicieron con los 3 ayuntamientos del enclave promoviendo un referéndum y ganándolo con holgura. La movilización popular e ilusión de aquel entonces, amén de las comisiones creadas en el Parlamento Vasco, Juntas Generales de Alaba y Senado Español para resolución de enclaves en todo el estado, inducían a pensar que la resolución del conflicto estaba próxima, habida cuenta de que no sólo los partidos nacionalistas sino que los socialistas y populares vascos apoyaban la integración.
Pero la lógica del imperio de la ley y de la constitución española impidieron que se diera el paso definitivo, que por cierto esta previsto en el estatuto de Gernika. El hecho es que en teoría, es de pura lógica que en un sistema democrático deba respetarse la voluntad libremente expresada en referéndum por sus habitantes. Y caso de que la ley interfiriera en esa libre determinación, debería modificarse y adaptarse en busca del bien ultimo de la justicia social y convivencia normalizada.
Mas esto es solamente valido y exigible para otros países, no para España ya que Su Excelencia lo dejó todo bien amarrado, y tiempo ha que los miasmas pestíferos castellano-vaticanistas campean por doquier noqueando mentes antaño preclaras y hogaño cocainizadas a extremos altamente proclives a la involución y tejerazo más procaz, constituyendo un deliberado fortalecimiento y consolidación de un estado de opinión antivasco y de consideración que cualquier reclamación de mínima soberanía tenga que ser cercenado y yugulado de raíz, lo que conlleva una imposibilitación de debate previo (Plan Ibarretxe como ejemplo).
Y llegamos al momento actual en que, avatares del destino, el PNV se encuentra en situación fuerte para negociar los presupuestos del Estado ya que de su decisión depende la continuidad de Zapatero a quien el resto de partidos pretenden defenestrar. Se reclama el cumplimiento íntegro del estatuto y, como cuestión primordial e innegociable, la política activa de empleo. Y pregunto yo: ¿dónde está la reclamación vividamente reclamada y verificada de los treviñeses? ¿No se merecen estar en la primera línea de la negociación? Se trata de una situación inmejorable para hacer valer lo que en justicia se les debe y avalar lo que es un clamor en la sociedad alavesa y en particular en
Evidente es que el problema de Treviño apunta a las reclamaciones nítidamente soberanistas, territorialidad y poder de decisión, que tienen mucho mayor peso político que las estrictamente competenciales y que por ende las dificultades y obstáculos a superar son mayores. Mas aun así, y teniendo en consideración que los tiempos que vienen son otros, que nos exigen un mayor compromiso en el cumplimiento de nuestras ideas, debiéramos pensar que existen 2000 personas que viven en Treviño cuya decisión esta secuestrada y aherrojada por una sedicente constitución española cuya finalidad es mantener la vetusta idea imperial castellana de dominio. Por todo esto es totalmente necesario que apoyemos a los treviñeses, que no les dejemos solos, porque además de este modo estamos preparando y haciendo camino para la consecución del Estado Libre de Nabarra.
Jesús Pérez de Viñaspre Txurruka
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