El objetivo declarado de Eusko Alkartasuna y la ilegalizada izquierda abertzale de trabajar en favor de la acumulación de fuerzas soberanistas no ha conseguido, hasta el momento, sumar a Aralar. Después de que las tres mencionadas organizaciones se hayan reunido en al menos tres ocasiones, la formación que lidera Patxi Zabaleta ha decidido no incorporarse al acuerdo que EA y la antigua Batasuna presentaron el viernes como el desarrollo, "específico para Navarra", del pacto que éstos firmaron el 20 de junio en el Euskalduna de Bilbao para remar hacia la constitución de un estado vasco independiente. Dos son las razones principales que separan a Aralar de los otros dos interlocutores: el reconocimiento de que Navarra debe tener su propio ámbito de decisión y el compromiso "claro" con el fin de la violencia.
En cuanto al primer punto, las diferencias residen en que mientras EA y la izquierda abertzale entienden que las cuestiones relacionadas con la territorialidad son "un tema nacional", en Aralar subrayan que "no sería entendible ningún acuerdo sobre Navarra que no reconozca su ámbito de decisión propio".
El segundo asunto que suscita discrepancias está relacionado con la pacificación y normalización política. También en este tema EA y la izquierda abertzale defienden que es un contenido que debe ser consensuado "a nivel nacional", en tanto que para Aralar "no es posible firmar ningún documento con Batasuna si en el mismo no se expresa un compromiso claro" que persiga el fin de la violencia.
Del intercambio de documentación entre estas formaciones se desprende que ninguna de ellas quiere polemizar ante la falta de acuerdo, pese a que a Aralar le pilló "por sorpresa" que EA y Batasuna hicieran público su decálogo para el cambio en Navarra.
La formación de Zabaleta asume el contenido de los 10 puntos consensuados entre EA y Batasuna, pero pretendía incorporar sus mencionadas propuestas, que no fueron aceptadas.
En concreto, incluyó que el ámbito de decisión de Navarra debe ser entendido como el reconocimiento que asiste a sus ciudadanos para que "puedan ejercer el derecho a decidir" y añadía que "es en el ejercicio de este derecho donde todas las propuestas podrán y deberán ser defendidas sin injerencias y en igualdad de condiciones".
Asimismo, fue rechazado el punto referido a los requisitos "mínimos necesarios para avanzar en el camino que permita alcanzar una situación de paz y normalización política en Navarra y por extensión en toda Euskal Herria".
Proponía que para avanzar en la defensa de los derechos humanos, civiles y políticos "sin excepción", es urgente la desaparición de todas y cada una de las expresiones de violencia, "en especial a aquellas que se justifican sobre fines políticos", de ahí que piden a ETA "una declaración definitiva a favor del abandono de la lucha armada".
Además, tampoco fue incorporado el texto de Aralar que reclamaba el "respeto absoluto a todos los derechos políticos de todas las opciones" y la "desaparición de toda la legislación especial que vulnera estos derechos, y en especial la Ley de Partidos", así como "el reconocimiento y respeto a todas las opciones políticas y electorales garantizando el derecho de elegir y ser elegido" como vía para lograr la normalización política.
Javier Encinas, en Diario de Noticias
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