martes, 28 de septiembre de 2010

HUELGA POR LA DIGNIDAD

Los ciudadanos en general, y no sólo los trabajadores por cuenta ajena, tenemos razones para la huelga. La más poderosa puede ser que no nos merecemos vivir en un estado con un 20% de parados que todavía sigue cayendo cuesta abajo y condena al 40% de sus jóvenes a mendigar el pan del empleo en precario. Hay más argumentos, pero este es para mí el sustancioso.

Yo no quiero parecerme a Gambia. Miro con sana envidia a los ciudadanos franceses que se rebelan a que su jubilación pase de los 60 a los 62 años, mientras aquí Zapatero ya calcula que llegaremos al descanso merecido a no menos de los 67.

Es larga la retahíla de miserias que se pueden argüir para descalificar a los sindicatos convocantes, sobre todo a UGT y CC.OO. Unas centrales sindicales que en los últimos años se han dedicado más a crear empresas inmobiliarias, a forrarse con la venta de pisos, que a sacar las castañas del fuego a los obreros.

Son siglas claudicantes, al dictado del Gobierno central, que han comido y comen de su pesebre, de las subvenciones ficticias y, aquí en Navarra, de machacar a los sindicatos abertzales, a los que han marginado cuanto han podido.

Pero esa batalla es otra. Ahora toca responder a una agresión tremebunda, más para la clase obrera, que si llega sólo a mentarla Mariano Rajoy se arma aquí la de San Quintín. Una provocación que, bien es verdad, va a servir para dar aire a unos sindicatos mansos que ven peligrar su propia naturaleza y soportan datos de afiliación mínimos.

En este panorama de náusea, en el que no queda más que Belén Esteban se postule para sustituir a Zapatero, no hay más resquicio para la dignidad que la estética de la huelga, convoque quien convoque, porque la agresión es global y la respuesta debe ser única.

Dignidad frente a los gurús del Mercado financiero que hacer girar el mundo y colocan de marionetas a políticos sin pasta que bailan al son con el que toca la campana de la bolsa Nueva York. Estos son los que hoy de verdad mandan.

Beltrán Gárriz

1 comentario:

Anónimo dijo...

Efectivamente, o debate dos sindicatos estatais é outro, agora o que importa é o éxito da folga xeral. Esta sociedade adormecida e anestesiada ten a oportunidade de espertar o día 29 e demostrar que ainda esta viva e ten forza para loitar e quere loitar. O seu fracaso poñerá un insoportable sorriso a derechona, que ate horas antes da folga erguense como defensores dos dereitos dos traballadores.... a saber o que farán con eles se fracasa a folga. Faise imprescindibel sair a rua e berrar, berrar moi outo e ainda que para min esta folga chega tarde, moi tarde por que fai tempo que hai motivos para moitas folgas, chega. Unha oportunidade única de reivindicación do restablecimento dos dereitos das traballadoras e traballadores. ANIMO COMPAÑEIRAS E COMPAÑEIROS, TOD@S A FOLGA XERAL DO 29.