lunes, 27 de septiembre de 2010

NI ESTUDIOS NI TALENTO. SIN PADRINOS NO HAY EMPLEO

Ni siquiera a la suerte. La inmensa mayoría de los trabajadores que demandan hoy un empleo se encomiendan a su red de contactos personales. Y es que dos de las empresas de trabajo temporal más importantes del mercado, Randstad y Adecco, acaban de publicar sendos estudios en los que se pone de manifiesto que ni el talento ni la formación son decisivos a la hora de buscar trabajo. El 45% de los encuestados por Randstad considera que la clave es contar con buenos contactos personales, los conocidos como padrinos.

Con el aumento del número de candidatos posibles para cada puesto, las empresas no sólo buscan a los mejores, aquellos con los expedientes académicos más brillantes, sino que valoran que sus credenciales vengan acompañadas de referencias favorables de otros trabajos o compañeros. Es una forma de asegurarse que el nuevo empleado va a encajar mejor en la dinámica y filosofía de la compañía. Esto es lo que explica que cuando un parado busca empleo opte primero mayoritariamente por contactar con familiares, amigos, conocidos, antiguos compañeros y jefes de trabajo, antes de acudir a otros canales como los anuncios convencionales en prensa escrita, internet, las empresas de selección o los servicios públicos de empleo. Es decir, pese a la irrupción de las nuevas tecnologías y fenómenos como las redes sociales, los trabajadores prefieren volcarse en el boca a boca.

Mientras que los trabajadores parecen en ciertos aspectos anclados en el pasado, ya que siguen confiando más en las personas que en las nuevas herramientas; las empresas varían sus mecanismos de búsqueda del mejor perfil, según sea la categoría profesional de que se trate. De hecho, la selección del medio en el que difundir una oferta de empleo está determinada fundamentalmente por la categoría del puesto ofertado. Mecanismos como el envío espontáneo del currículum, las empresas de trabajo temporal (ETT) o los servicios públicos de empleo son ampliamente utilizados cuando se trata de incorporar empleados. Sin embargo, se opta por recurrir más a las empresas de selección y los headhunters en el caso de que se quiera contratar a un directivo. El estudio elaborado por Adecco e Infoempleo sostiene que el 41% de las 480 empresas encuestadas hace uso de los cazatalentos para la difusión de sus puestos de dirección.

Por su parte, el uso de internet para difundir sus ofertas de trabajo crece de forma directa al tamaño de la empresa, pasando de un 38,6% en las pymes a un 100% en las de mayor tamaño. Dado ese mayor peso de internet, los expertos aconsejan sacar réditos de su utilización: rellenar todos los campos del currículum de forma concisa y correcta, participar en foros de debate para aprovechar el conocimiento de otros y, cómo no, sondear a los contactos. Puede que esta vez la clave esté en el amigo de un amigo.

Raquel Díaz Guijarro (en Cinco Días)

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