jueves, 25 de junio de 2009

HA PASADO UN AÑO DESDE QUE INAUGURARON EL CENTRO CÍVICO PEDRO ITURRALDE DE FALCES

Pasan los días, los meses y los años y los cambios se afianzan. A veces para bien, a veces para mal. Es que es ponerse a pensar el tiempo que ha transcurrido cuando algo lo ves, hecho y derecho, echando la vista atrás cuando ese algo empezó a gestarse, a crearse, a tomar forma. No es que esté rollo “revival”, a lo Karina mirando en el baúl de los recuerdos (apolillados), que igual también, pero el caso es que, “a lo tonto y a lo bobo”, la semana pasada se cumplió el primer aniversario de ese civismo en forma de cubo y portada de listín telefónico local que es nuestro centro Pedro Iturralde. Un ejercicio completo desde que el Señor Corpas (Consejero de “Cultura” (aquí van las comillas)) y el señor Sanz, presidente (según él) de todos los navarros (y Petilla de Aragón) y por la gracia (o desgracia) de algo o alguien, se dejaron caer por aquí.
Esta efemérides viene a reforzar la creencia confirmada de aquella fantochada inducida y comulgada, todo hay que decirlo, que fue el hecho mismo de venir a figurar (o desfigurar) en una obra de la que no tuvieron más protagonismo que el de negar las subvenciones, desvíar y escurrir bultos, mirar para otro lado y, en definitiva, reírse de los falcesinos antes y durante. Todo esto gracias a una invitación institucional a una inuguración a puerta cerrada para muchos más que cuestionable y más que cuestionada.
Y la cuestión es que no todo se olvida con una película de Indiana Jones y la calavera de “no sé quién” ni unos bailes folklóricos con regusto a milcromina que no cura un mes más tarde de la cuenta. Ningún cargo institucional ha vuelto a pisar el Centro ni, es más, el pueblo. Por interés te quiero Andrés, la foto de periódico con cara de bobo fue suficiente para equilibrar la balanza y hacer valer el desplazamiento en exclusiva y coche oficial de consejero y presidente a esta nuestra ilustre villa. Ni al almuerzo VIP se quedaron! Y eso que para la comida posterior tenían el vino bueno!
Y que, lo dicho, un añito completo, que se dice pronto, en el que unas cosas se han cumplido, otras seguramente no, otras se han fallado y otras tantas ni si quiera se han valorado.
No es sencillo encontrarse, como fue el caso, con una infraestructura flamante como la que fue ésta en una recién aterrizada concejalía de cultura, hasta ahí, la excusa ha sido, mal que bien, sobrellevada. Ahora, superado el periodo de adaptación y aclimatación, habrá que dar la vuelta de tuerca que, seguramente, le falta. Fueron numerosas las voces que se oían y las cosas que se hablaban, unas no han acertado “que iba a estar vacío” y otras igual va a ser que sí.
El civismo del centro cívico, y más concretamente, la flexibilidad del mismo para con el pueblo. Y es que está muy bien que podamos aprovechar todos y todas los locales para ver y disfrutar un salón que nos proporciona un abanico de actividades infinitamente mayor que el que hubo y había. Teatros, conciertos, cuartetos y convenciones (no sé si ha habido alguna, pero poder, se puede).
Las partes malas, haberlas haylas, y, casi todas, unidas a un mismo “handycup”: la flexibilidad, la confianza, la imaginación y la decisión.Un funcionamiento rígido que puede resultar demasiado en sentidos como acceso, llaves y, por ende, uso de cuartos, cargas y descargas; limitaciones en limpieza y servicios y, por ende también, en variedad de espectáculos y actos sociales y, lo que es más grave, denunciable y denunciado, el provocado eclipse cultural. ¿Hay vida más allá de este lugar? Va a ser que sí!
El Centro Cívico fue excusa en su planificación, fue excusa en su obra, está siendo excusa en el pago de su crédito, su consumo eléctrico, su equipamiento, ... y todo esto se está llevando por delante, unos prometidos cuartos de ensayo siempre en agua de borrajas, usos y funciones autogestionadas, el verdadero Centro Cívico adyacente y con forma de hospital, ... y, con ello, y lo que es más grave, se está llevando al hoyo la cultura del pueblo que, en su muerte anunciada en caída libre y sin visos de detenerse, vive en la frustración (vista venir hace tiempo) de ver cómo un año después del golpe psicológico que supuso, se sigue vendiendo esta infraestructura como falsa panacea para unos males, endémicos en muchos casos, cuyo tratamiento no se haya o, lo que sería peor, maquillado con kilos de pote y civismo municipal, ni conviene ni se busca.

Rulito (Radio Espera en la red) (en foro Bienaia)
http://foro.bienaia.es/viewtopic.php?f=6&t=7

No hay comentarios: