lunes, 29 de junio de 2009

ENTRE COSLADA E IRUÑEA: CORRUPCIÓN POLICIAL

Todo empezó hace ya mucho tiempo. Simón Santamaría Cebada, nacido el 25-9-1957 en Larache (Marruecos), provenía de una familia de militares y tras prestar servicio en el batallón Estella XXI, del regimiento América 66, acuartelado en Ainzoain, pasó en 1992 a la reserva y a ocupar el cargo de jefe de seguridad y prevención de riesgos laborales de la factoría pamplonesa de la Volkswagen. Allí crea el departamento de Medio Ambiente y traba amistad con la entonces consejera de Medio Ambiente, nuestra más conocida burgalesa Yolanda Barcina Angulo, que se afilió a UPN-PP tras conseguir el puesto. Se dice que tras un grave incidente medioambiental ambos taparon el escándalo consolidando entre ellos una duradera relación que llega hasta nuestros días.
El descenso a los infiernos del tripartito (PSOE, IU, CDN) propiciado por la corrupción socialista, conlleva el inevitable el ascenso de Yolanda Barcina a la alcaldía de Pamplona que destituye en 1999 a Josu Ganuza y ejerce su libre designación para sustituirlo por su amigote Santamaría en el puesto de Jefe de la Policía Municipal de Pamplona. La oposición criticó en su día que un ex militar esté al frente de una policía municipal civil y creía posible a medio plazo una militarización de dicho servicio. El tiempo les ha dado la razón.

Con la porra y con la gorra.
Efectivamente, la dureza de Simón Santamaría se muestra proverbial no solo con la ciudadanía a la que debería servir (Santamaría fue absuelto en un juicio penal tras ser acusado de propinar un linternazo a una señora en una concentración que él mismo se habría encargado de disolver violentamente. Santamaría alegó en la vista que la señora "se había golpeado contra su brazo"), además los agentes de su plantilla han vivido en sus propias carnes los excesos dictatoriales de su jefe que se rodea de una camarilla de leales; para ello las voces críticas internas son acalladas mediante una severa purga y los agentes disidentes son relegados a puestos internos inferiores y tareas administrativas.
Se ha denunciado por los portavoces policiales que Santamaría asigna las horas extras solo entre su personal de confianza de tal forma que lleven un sobresueldo a casa, que en esta época de crisis no viene mal, castigando económicamente a los agentes que no sigen fieles a su estricto mandato. Por ese motivo las horas extras han ascendido a la friolera de 57.000 horas en el año 2008.
Hace unos días, la gota que ha colmado el vaso ha sido la salida a prensa de que los policías municipales lucían unas agresivas camisetas en una competición deportiva tal y como se muestra en la imagen. Por la gente con dos dedos de frente se ha considerado que la imagen de un policía municipal soltando un porrazo o la de un un furioso perro no se corresponden con los valores que debe fomentar nuestra denostada guardia urbana.
La IA ilegalizada y los okupas son una de sus obsesiones y por ello ha estado en el punto de mira de ETA; una vez detenido, el etarra Gorka Díez de Ulzurrun confesó que le encargaron su seguimiento. En las denuncias contra los olentzeros, se daba la casualidad que el mismo agente había multado a varios olentzeros situados en puntos distantes de la ciudad a la misma hora. Nada de eso extrañó a su superior.
El poder de Santamaría es inmenso y tiene acceso directo a las 34 cámaras de televisión que controlan cada movimiento en la ciudad. Las grabaciones no están disponibles si te roban el coche o si quieres alegar que no estabas mal aparcado para recurrir una multa. No valen para servir al ciudadano, solo para controlarnos.
Unos años atras, a Barcina le dió por sancionar a los bares que cerraban tarde (y que no eran de su cuerda), decenas de agentes se paseaban, haciendo horas extras por los bares a la hora de cierre y consiguieron una centena de millones en multas. Todo quedó en saco roto porque todo eso solo sirvió a Barcina para presionar a los hosteleros que redujeron el horario de cierre a cambio de la condonación de las multas, lo que supone una ilegalidad y un desperdicio de dinero en agente que se podían haber dedicado a hacer cosas positivas por la ciudad.
Los agentes reciben diariamente de su jefatura ordenes de multar sin compasión y aplicar mano dura, convirtiéndo a la PM en una fuente de financiación de Barcina. Mientras tanto hay barrios en los que jamás se ha visto una patrulla, excepto en la semana previa a las elecciones. Quedan desprotegidas muchas zonas residenciales, parques o polígonos industriales y solo se vigila el centro de la ciudad o las zonas donde viven algunos políticos. La mayoría de los datos anuales recogidos en los informes de la policía no salen a la luz, como ejemplo, en 2006 hubo una violación cada semana en Pamplona, ni un solo medio recogió esa información y solo se dijo que habían aumentado las multas con retirada en grua.
La palabra no es un don concedido a Santamaría y por ello no se prodiga en sus realaciones con la prensa. Se han criticado muchas de sus declaraciones públicas como aquella en la que aconsejó a los pamploneses contratar vigilancia privada tras unos robos en garajes, citando expresamente a las empresas de seguridad Sabico, Serramar, Eulen y Prosegur.
Sobre el tema de la violencia esta es la opinión de Santamaría expresada en el Boletín Oficial del Gobierno de Navarra, conocido comunmente como "Diario de Navarra" en la que responde con evasivas a las acusaciones de fomentar una policía violenta:
- ¿Y hay que usar la fuerza también en esos casos?
Todos sabemos que resulta muy difícil hablar con personas que saben que les vas a denunciar. Son muchas las ocasiones en las que el policía no puede actuar como un informador o como un portero.
¿Entonces?
La forma de actuar es siempre la misma y en todas las policías. La diferencia está en si se actúa o no, y eso lo estamos viendo estos días, por ejemplo, en Barcelona, donde se queman banderas y fotografías de los Reyes y la policía no hace nada. Nosotros, además, tenemos otras muchas actuaciones a lo largo del día, hacemos muchas más cosas, pero hay determinados grupos políticos que únicamente se fijan en eso.

Los "pata negra".
Ese es el nombre por el que se autodenominan los agentes pelotas del jefe. Adoptaron su nombre copiando al del grupo de la Guardia Civil del General Galindo en Intxaurrondo. Los demás policias del cuerpo les llaman "los enfermos (mentales)" por su extrema violencia y pocas luces. La situación era tan grave que una ordenanza interna prohibió que éstos llevaran armas y esposas no reglamentarias, porque algunos de ellos empezaron a usar pistolas más propias de una película de Chuck Norris que de un guardia municipal. Esa ordenanza impedía a los agentes llevar enseñas predemocráticas, aunque en la actualidad, debajo del uniforme suelen lucirlas. Uno de ellos hondeó una bandera española en una reunión interna del servicio sin que nadie le dijera nada. Acumulan la mayor parte de las denuncias por agresiones a ciudadanos, desalojos violentos y lesiones.
Se adscriben mayoritariamente al grupo de estupefacientes y al de "coches" y hace unos años ya se calculaba que podrían llegar al medio centenar las ovejas negras de la PM. Son los que se reparten las horas extras que, como hemos mencionado, se reparten a dedo por el jefe.
Es curioso pero a pesar de la crisis, debido a la violencia de la PM, las plazas se quedaban vacias, alistándose mayoritariamente miembros del ejército con sangrientas experiencias de combate real.

Un caso real
Hace unos meses tres jóvenes de dos cuadrillas con alguna copa de más, se encontraban en un céntrico bar de Pamplona y por algún motivo que no viene al caso exponer, se dieron unos empujones. Uno de ellos se resbaló y se cortó en la mano con un vaso. Tras esto los jóvenes depusieron su actitud y salieron del bar terminando la discusión.
El dueño del local había avisado a los municipales que acudieron rápidamente al lugar. En la calle ya no había bronca y los dos grupos de amigos se encontraban fuera tranquilamente. Los agentes preguntaron al del bar que señaló a los implicados. Inmediatamente, antes siquiera de preguntarles sus nombres, la policía los tiró al suelo y les pateó, deteniéndoles no por la pequeña pelea si no por resistencia e insultos a la autoridad.
Se celebró juicio y todos los jóvenes resultaron absueltos al ver el juez la brutalidad policial y que los agentes no podían precisar en qué había consistido dicha resistencia o cuales habían sido los supuestos insultos proferidos. Es el pan nuestro de cada dia y ninguno de los agentes ha sido sancionado.

¿Cómo anda el bolsillo de Santamaría?
Bien, gracias. Santamaría es un hombre de acción, pocas palabras, pero no es un mileurista. Aparte de su puesto de jefatura. Santamaría desempeña cargos en una empresa de seguridad. No es dificil imaginar cuál fue la empresa encargada de elaborar e implantar el estudio del modelo policial de nuestra ciudad.
Durante su mandato ciertos servicios han cambiado de manos. Por ejemplo, antes lo vehículos policiales repostaban en Discosa, ahora lo hacen en el surtidor de Pio XII, pero el problema es que esa estación privada, al contrario que su antecesora no tiene servicio 24 horas, lo que ha supuesto más de un problema a los patrullas, pues no pueden repostar de noche.
La lotería navideña también ha cambiado de manos, ahora se compra en la administración de un familiar del asesor jurídico.
Como en esta vida hay pocas cosas gratis, Santamaría debería explicar si obtuvo un beneficio personal con estos chanchullos.

La reprobación.
El puesto de Santamaría es de libre designación por parte de la alcaldesa de nuestra capital pero, aún así, la mayoría del pleno municipal tiene derecho a decir lo que no le gusta.
Los grupos de la oposición municipal se pusieron de acuerdo en solicitar la reprobación del jefe de los municipales y concedieron un plazo de dos meses a la alcaldesa para hacerlo y, en caso contrario, solicitarían la reprobación de la propia Barcina.
UPN ha acusado al PSOE de posicionarse en el mismo sentido que ANV y es una foto que no les gusta a los socialistas por lo que, rápidamente, ha intervenido el presidente foral pidiendo disculpas por haberse metido con su socio de gobierno y así continuar el pacto con el PSOE en el Ayuntamiento de Pamplona.
Vamos, que esto es un teatrillo, una discusión de pareja que finalmente se reconducirá sin consecuencias dejando pasar el verano. UPN ha jugado bien sus cartas y ha conseguido ganar tiempo para posponer la toma de decisiones y que no salgan titulares antes de San Fermín, después todo quedará olvidado.
Se dice que la sustitución de Santamaría no cambiaría el actual modelo policial y que la alcaldesa podría a otra persona de similares características a las del sustituido y eso es muy cierto, pero lo que si podría hacer es cambiar el chiringuito económico que se ha montado Santamaría y su cuadrilla, entre otras cosas por lo que en este caso no se podría aplicar directamente el refrán de "mejor malo conocido ...". Despues de las fiestas, un lavado por dentro con lejía en las altas esferas sería muy sano para la ciudad.
NAPARTARRA

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