EL VOTO DE LAS COALICIONES SUPRANACIONALES: y 3)-INICIATIVA INTERNACIONALISTA

Aunque no se trata de una coalición, su carácter supranacional aconseja incluir a esta formación en el balance electoral que estamos realizando. Aun cuando formalmente tiene su origen en Castilla-León, la distribución de su voto indica claramente que ha encontrado eco sustancialmente en Euskal Herria y de forma muchísimo más limitada en el resto del Estado.

El balance está mediatizado por la situación irregular que denota el cúmulo de irregularidades que se están denunciando. Hay indicios claros de la existencia de una voluntad política de desvío y desaparición de votos. Seguramente innecesaria por cuanto parece difícil que un posible fraude electoral pueda llegar a alcanzar los aproximadamente 110.000 votos que les ha faltado para alcanzar escaño, según los resultados oficiales. Pero que aparezcan tantos votos blancos y nulos sin que nadie los haya solicitado, parece harto sospechoso. Cual si estuviésemos en Zambia. ¿Tendrán que venir observadores internacionales de aquí en adelante cuando haya elecciones?

Con 53.000 votos aproximadamente tanto en Gipuzkoa como en Bizkaia, 23.000 en Navarra y cerca de 11.000 en Araba, ha recibido casi cuatro quintas partes de sus apoyos en Euskal Herria.

En Cataluña ha sacado 16.575 (0'85%) según el primer recuento oficial. Como quiera que numerosos colectivos independentistas habían solicitado el apoyo para esta candidatura, se hace extraño un apoyo tan reducido habida cuenta de la importancia relativa que dichos sectores ocupan en la sociedad catalana.

Porcentualmente es después en Baleares (0'61) donde registra mejores resultados. Y a continuación en Galicia (0'32), con Pontevedra (0'44) como mejor lugar. Consigue en torno al 0'20% en Asturias, Aragón, la Rioja, Canarias, Madrid, Cantabria, Castilla-León y País Valenciano. Y muy por debajo en el resto. En el conjunto estatal ha sido la séptima fuerza, con el 1'12% de los votos.

Pendiente de determinar si ha habido o no fraude y qué dimensiones ha tenido si ha existido, es fácil constatar que quedan lejos aquellos tiempos en que Herri Batasuna conseguía representación parlamentaria gracias en buena medida a las decenas de miles de votos de otras latitudes. Es cierto que ha cambiado y mucho la percepción del conflicto vasco, pero no en todos los lugares. En Cataluña el cierre de Egunkaria desató una inolvidable reacción de solidaridad. Coincidir en el voto con quienes no se deciden a pedir el abandono de la utilización de la violencia política ya es otra cosa. Aun cuando como en esta ocasión el problema no estuviese en la candidatura. Estas elecciones dejan motivos más que suficientes a todos para la reflexión. También para la izquierda abertzale tradicional, por encima de injustificadoras euforias.
Praxku