El plumilla del último Pleno celebrado en el Ayuntamiento de Tafalla incluyó en su periódico un ladillo en negrita que gritaba libertad de expresión. El portavoz del PSN preguntó a la alcaldesa, quizá para ponerla en un brete, qué consideración le merecía la página web del Ayuntamiento que desde hace años lleva la escritora Marina Aoiz Monreal, una periodista como la copa de un pino, con una trayectoria literaria y en los medios que ya la quisiera el vocero en su campo.
“En ocasiones se vierten opiniones y no informaciones” hurgó en la llaga el Sr. concejal para ver si sangraba por algún resquicio la estocada que lanzó a cuenta de la última huelga convocada por los sindicatos abertzales contra los efectos de la crisis, del paro que arroja la dignidad currela a la cuneta de la inutilidad.
Al que anda, le sucede. Y no iba ser menos la sensible pluma de Marina Aoiz a la hora de atacar los efectos de la depresión del capital, si es que tenemos que hacerle caso al edil minucioso. Una Marina Aoiz poeta reconocida, fotógrafa entusiasta, mujer militante, que durante años ha dirigido con exquisita sensibilidad una de las páginas web municipales más visitadas, una de las más actuales y, además, mejor escritas.
Que sepa el edil torquemada que no hay dinero que financie esta dedicación, ni cariño que se pueda pagar a la hora de hablar de las ferias del pueblo, de hilvanar frases precisas y bellas sobre la romería de Uxue, disfrazar con imágenes los carnavales, gozar con las fiestas de la Asunción o sudar con la Peña Spot. Porque somos sujetos y no objetos, la vida nos afecta, el pueblo que queremos nos duele y el paro que ataca a sus obreros nos restriega las entrañas. Algo normal, a menos que el poder temporal nos ciegue y vele el trabajo de una gran profesional y mejor persona. Respeto, por favor.
Luis Miguel Escudero
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