domingo, 7 de abril de 2013

TRAS LOS ESCÁNDALOS, EL CIS YA NO PREGUNTA SOBRE LA MONARQUÍA


Un 4,89, un suspenso. Esta fue la nota que sacó la monarquía en octubre de 2011, la última vez que el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) preguntó por esta institución en uno de sus barómetros mensuales. Ha transcurrido un año y medio y la Corona no ha vuelto a aparecer en las encuestas de este organismo. “Se ha preguntado sobre otros asuntos de actualidad” señalan desde el CIS. Y al inquirirles sobre porqué no han vuelto a aparecer valoraciones de la Casa Real en sus estudios sociológicos se ponen a la defensiva: “Es cierto que no se ha publicado nada en este último año y medio pero no tengo nada que opinar al respecto”.
Sin embargo, estos dieciocho largos meses transcurridos desde aquél sonado suspenso han dado para mucho en Zarzuela. En diciembre de 2011, un día antes de nochevieja, saltaba la noticia: el juez Castro imputaba a Iñaki Urdangarín, marido de la infanta Cristina, en el caso Nóos. Fue un golpe duro para el Rey, que desde entonces hizo lo posible por no coincidir con su yerno, con el que siempre se ha llevado bien.
Unos meses después, en abril de 2012, se produjo un chusco accidente. El nieto mayor de Juan Carlos I, Froilán, que estaba de vacaciones junto a su padre y su hermana, resultó herido en Soria tras dispararse accidentalmente en el pie. Por estos hechos Jaime de Marichalar se vio obligado a pagar una multa, al abrirle la Subdelegación del Gobierno de Soria un expediente administrativo.
Unos días después del accidente de Froilán con la escopeta los españoles nos enterábamos de que el rey se rompía la cadera tras haber estado cazando elefantes en Botsuana. Esta información provocó tanto revuelo, teniendo en cuenta la situación de crisis económica por la que atraviesa España, que al salir del hospital el Rey, en un gesto sin precedentes, pidió disculpas a los españoles. Otra de las cosas que trascendió del viaje a Botsuana fue que el rey don Juan Carlos estuvo acompañado de una enigmática princesa alemana, Corinna Zu Sayn-Wittgenstein. Poco se sabía de ella en aquél momento, pero en febrero de este año Corinna concedió una entrevista al diario El Mundo y en ella desvelaba que en ocasiones ha colaborado de forma confidencial con el gobierno español. Para más inri, unos días más tarde se publicaron informaciones que señalaban que la amiga del Rey estuvo viviendo durante casi cinco años en una finca situada dentro del monte del Pardo.
A toda esta lista de despropósitos hay que sumar la reciente imputación de la infanta Cristina en la trama de corrupción del caso Nóos, un año y medio después de la imputación de su marido. Ante todos estos hechos la pregunta al CIS era obligada, ¿van a llevar a cabo una valoración de la monarquía en sus próximos barómetros? La respuesta facilitada por este organismo a Vozpópuli ha sido la siguiente: “En el CIS normalmente no facilitamos información sobre lo que vamos a publicar”.
La monarquía siempre había aparecido como una de las instituciones mejor valoradas por los españoles en las encuestas del CIS hasta que llegó el suspenso de octubre de 2011. Desde el punto de vista informativo sorprende que a la vista de los últimos acontecimientos este organismo, dependiente del Ministerio de la Presidencia, no haya vuelto a incluir preguntas sobre la Casa Real en sus encuestas.
Por ello Vozpópuli se ha puesto en contacto con Belén Barreiro Pérez-Pardo, que fue directora del CIS entre mayo de 2008 y septiembre de 2010, durante la segunda legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero. Una de las cosas que ha querido dejar claras Barreiro es que “el CIS no está obligado a preguntar por la monarquía. Existen las costumbres, pero no está sujeto a normas legales. Por lo tanto, el CIS no se está saltando ninguna norma”.
Barreiro reconoce que muchos periodistas le están preguntando últimamente por la Corona y en ese sentido señala que “es verdad que ahora mismo quizá se eche en falta que se pregunte por la monarquía”. Sin embargo, incide en que “el CIS no tiene una política de cuándo preguntar por la Casa Real”. Por eso considera que el hecho de que este organismo no haya vuelto a realizar una valoración de esta institución “no tiene nada de raro. Si de aquí a un año no preguntara por la monarquía entonces ya sería llamativo”. Por otra parte, indica que los institutos privados también pueden incluir a la Zarzuela en sus estudios y sin embargo, no lo hacen. “En España nunca se ha hecho un gran estudio demoscópico sobre la monarquía y creo que el último instituto privado que preguntó por esta institución fue metroscopia”, concluye.
Además, la ex directora del Centro de Investigaciones Sociológicas explica que “el CIS tiene la política de no entrar en temas coyunturales. No es la agenda de la actualidad la que marca la tendencia del CIS”. Aclarado este punto preguntamos a Barreiro por la politización del organismo, algo que desmiente de forma categórica: “No está politizado, en el sentido de que los datos son completamente independientes” y subraya que “la agenda del CIS viene marcada por la administración pública, ya que el CIS es un instrumento de la administración pública para conocer la sociedad”.
A Barreiro le gusta establecer un paralelismo entre el CIS y el Instituto Nacional de Estadística (INE). Para ella, el CIS es como el INE: un organismo público, con un presupuesto público y con una política de transparencia. Sin embargo, le llama la atención que mientras que el INE es reconocida como una institución independiente, sobre el CIS surjan tantas dudas. “El CIS tiene un punto más polémico que el INE por las encuestas políticas, pero los datos del CIS se recogen de las encuestas. No hay manipulación de datos”, asegura.
Y concluye reconociendo que siempre hay cosas mejorables. “Me parece importante que se haga oficial un reconocimiento de calendarios, como el que tiene el INE. Si mi cese sirvió para algo, fue para establecer fechas de campo de los barómetros. De esta forma, al margen de si hay buenas noticias o malas tú siempre vas a sacar los datos en una fecha fija, para que nadie te pueda acusar de nada”.
Precisamente eso es lo que pretende la monarquía, que nadie pueda acusarla de nada. Por eso, a la vista de los últimos acontecimientos la Casa de Rey ha pedido al Gobierno ser incluida en la ley de Transparencia. Desde Zarzuela han explicado que desde hace más de dos meses existen conversaciones entre personal de Casa Real y el Gobierno para determinar el alcance de ese control. Pero parece que en realidad lo que les ha impulsado a enmarcarse en esta nueva norma ha sido la imputación de la infanta Cristina. ¿Servirá también la imputación para que el CIS vuelva a preguntar por la monarquía en sus barómetros?
vozpopuli.com

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