Un nuevo 14 de
abril y con él vamos a volver a vibrar
de emociones en la ciudadela y en la izada de bandera de Navarreria. En el
parque de la memoria, en los mítines y
actos por todo Nafarroa, recordando a
los ausentes, explicando la legitimidad y
necesidad de la República por llevar en sus entrañas la primera piedra de la
igualdad: “Nadie hay más que nadie por nacimiento ni por ningún otro motivo”,
algo que niega la monarquia, además de
ser corrupta, ociosa, opaca, cara, machista y no necesaria para la vida de las
personas.
Desde aquel año en que la Republica fue desahuciada ( Obligada a
desaparecer) por la fuerza de las armas,
los odios han mermado y muchas personas han tenido que vivir durante años
asustadas, apartadas, humilladas y no reconocidas. Personas que creían en la igualdad de los seres
humanos y entre ellas, muchas mujeres, que han sido si cabe “la voz más
dormida” de este periodo histórico. Personas que entre lloros y
sufrimientos silenciados han visto como
desaparecían sus seres queridos negándoles hasta el derecho a saber donde estaban.
.Y a pesar de ese intento de aniquilación total de esta
parte de la historia, las hijas, nietos...de
los desaparecidos y ocultados han sido tenaces en la búsqueda de esos
cadáveres, de esos cuerpos símbolos de libertad y justicia. Y si ellos y ellas
han sido tenaces, es por qué alguien les ha transmitido esta necesidad. Con
silencios, con esfuerzos para sacarlos adelante y mantenerles la vida, con dignidad
a pesar de ser tratadas como unas cualquiera. Con su ejemplo de vida han hecho
posible esta cadena humana que se junta para recuperar la dignidad de quienes
perdieron la vida injustamente por ser precisamente, personas dignas. Ellas,
Las Viudas todas esas mujeres que de
generación en generación han transmitido la necesidad de no olvidar a los seres
queridos, a sus amores a los padres de
sus hijos e hijas, aunque en alguno casos ni los entendieran ni supieran
exactamente que pensaban y por qué. Ellas querían la vida y seguir amando a
pesar de la guerra.
Mujeres que en ningún momento perdieron la capacidad amatoria
que les dio la fortaleza para seguir viviendo y sacar adelante a los suyos. Y
de una manera u otra transmitirles la necesidad de reponer el daño, de
buscar a los desaparecidos. Ellas, que en su gran mayoría no constan en las cunetas, ni en las
exhumaciones, ni en los homenajes, pero que sin ellas, los logros
conseguidos no hubieran sido posibles.
Ellas que estuvieron presentes también durante el parto, vigencia y defen sa
de la II .República, apostando por transformaciones sociales y derechos que
jamás hubieran soñado. Se puede elegir la forma de Gobierno y no se acepta el
linaje por sangre. Reforma agraria, las 8 horas laborales, vacaciones, descanso
semanal, aunque las mujeres seguían cobrando el 50% menos de salario. Acceso a
empleos y cargos públicos por mérito y capacidad, acceso a la vivienda, a la educación y la cultura, dentro de la
escuela pública y laica. Mejoras sanitarias de salud publica. ..
El derecho al voto para las
mujeres, gracias a la inmensa, intensa y
extraordinaria labor de Clara Campoamor. El matrimonio civil, el divorcio sin
necesidad de causas, la igualdad
de hijos e hijas ilegítimas. Mejoras para atención a la infancia. La reclamación de paternidad. En
Cataluña, el derecho al aborto. Se hablaba y practicaba el amor libre en
algunos espacios. La homosexualidad y el lesbianismo no producían mayores
escándalos.
Las mujeres rompieron con el
analfabetismo. Accedieron a la representación política en partidos (escasa y más en puestos de
dirección), en el Gobierno, con la primera
mujer ministra, Federica Montseny y en
las calles con movimientos de mujeres
por el pan y por derechos propios. Como
mitineras e ideólogas de ese nuevo futuro.
Las mujeres siguieron estando presentes
también durante la Guerra Civil.
Como milicianas, aunque tenían que demostrar doblemente su
valía. En la retaguardia de forma obligada por un decreto de octubre del 36. En
el cuidado y mantenimiento de la vida, como cabezas de familia, en las fábricas
y e el campo, en tareas de información y
reconstrucción... Detenidas, violadas. En las cárceles, maltratadas doblemente,
por su calidad de presas y de mujeres. En el exilio, realizando
tareas de espionaje, de cuidado y mantenimientote
la resistencia, como ideólogas
Durante la represión
franquista, asesinadas, violadas y abusadas sexualmente, encarceladas, denigradas como mujeres
rapándoles el pelo y haciéndoles tomar aceite de ricino para posteriormente pasearlas
por los pueblos y ciudades. Robándoles a sus hijos e hijas, negándoles medios
de subsistencia para ellas y sus familias. Obligadas como viudas a resistir en la miser ia.
Y sobre todo intentando doblegarlas para que se olvidaran de la
libertad y la igualdad entre los sexos, relegándoos a la
casa, bajo la bota del dominio masculino, negándoles el espacio público y
político durante casi 40 años. Y en todo este proceso, se quedaron
sin nombres, como anónimas.
“Ya no se puede su aroma cortar...porque
los pétalos besaron el viento. Ya no se puede su lucha olvidar...porque sus nombres recorren el tiempo”
(Pétalos. Barricada.). La memoria histórica y la república hace suya la historia de las mujeres ,
reponiendo su voz y su dolor, nombrándolas, rescatándolas del olvido,
dignificándolas, y mostrándonos una
realidad diversa, como diversas somos las mujeres y nuestras inquietudes,
ahora, en la época de la república, durante la guerra y en la represión franquista. Ellas junto a
muchas otras y a compañeros de militancia
fueron personas que creían en la igualdad de los seres humanos, siendo “la voz
oculta” de nuestra historia. Mujeres que soñaron con un mundo diferente y con
el que han continuado soñando y luchando hasta su muerte, en el exilio y aquí.
Que las enseñanzas y las
conquistas de la IIª República no queden en el olvido para las nuevas
generaciones: Libertad, igualdad, solidaridad. Justicia y dignidad. Por todas
estas razones, por que la monarquía es una estafa y una ruina y por que si hay
salida a esta desastre económico y social, ¡Gora la República!
Tere Sáez. Técnica de Igualdad.
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