Gurelur ha presentado observaciones en contra de la construcción de 22 centrales eólicas en distintas zonas de Navarra, principalmente en la Ribera, recordando en las mismas, al Departamento de Medio Ambiente, la imposibilidad de su ejecución por cuestiones legales y ambientales. La sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Navarra (TSJN) no afecta para nada a la decisión del Gobierno de Navarra de no permitir la construcción de nuevas centrales eólicas, ya que las causas ambientales y legales que motivaron esta decisión siguen vigentes y en el tema ambiental se han acrecentado. Con este nuevo embate las empresas eólicas están demostrando su avaricia y su falta de sensibilidad ambiental, por lo que ya nadie cree sus mentiras sobre la producción de energías limpias. El Decreto Foral que suspende la aprobación de nuevos parques eólicos, recoge como uno de los motivos para suspender la construcción de nuevas centrales eólicas el que se ha garantizado la plural y suficiente presencia de iniciativas promotoras de un elevadísimo número de parques eólicos en Navarra, superando con creces las perspectivas iniciales. El Plan Energético de Navarra 2005-2010 recoge que “El desarrollo de esta tecnología se encuentra limitado por la inexistencia de nuevos emplazamientos eólicos, salvo los destinados a parques experimentales, y la sustitución de equipos obsoletos por nuevos”.
Todas las ubicaciones elegidas para las centrales propuestas, cuentan con distintas figuras de protección y albergando especies incluidas en los distintos catálogos de especies amenazadas y en directivas europeas. Estos proyectos se han presentado a pesar de que contemplan invadir el Parque de Bardenas Reales, lugares de interés comunitario, zonas de especial interés para las aves (Zepas), zonas de importancia para las aves esteparias, y a pesar de que los enclaves afectados albergan varias especies en peligro de extinción.
La zona de Navarra que más está sufriendo la destrucción de sus ecosistemas por el descontrolado desarrollo eólico, es precisamente la Ribera, siendo por tanto una incongruencia y una burla para sus habitantes, el que se haya elegido precisamente este abandonado territorio para llevar a cabo este nuevo ataque a la naturaleza navarra.
En la totalidad de las centrales eólicas construidas en Navarra, se están produciendo graves e insostenibles mortandades de aves y murciélagos, mortandades que el propio Departamento de Medio Ambiente está utilizado para rechazar nuevos proyectos de centrales eólicas, aseverando para ello, que no hay medidas correctoras salvo la eliminación de aerogeneradores.
Gurelur presentará alegaciones en contra de cualquier proyecto eólico que el Departamento de Medio Ambiente saque a exposición pública, hecho que confiamos no ocurra, ya que se incumpliría nuevamente la normativa ambiental y supondría una grave amenaza a la esquilmada naturaleza navarra.
GURELUR
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