Lo cierto es que no me esperaba otra cosa, por lo menos no ahora. Habría sido una muy buena sorpresa que ETA hubiese declarado una tregua incondicional y permanente, o que hubiera decidido poner fin a la violencia atendiendo a la nueva estrategia que quiere desarrollar la Izquierda Abertzale tradicional. En cambio, el comunicado que ha hecho público hoy no ha sido muy constructivo porque, en mi opinión, no deja entrever una disposición a terminar con la violencia en el corto plazo.
Quiero destacar una serie de ideas sobre su contenido:
1- me ha resultado ofensivo el llamamiento que ETA hace a la sociedad vasca. Afirma que el proceso democrático no se puede desarrollar sin la activación de la sociedad vasca y que, por el contrario, un alto el fuego no trae consigo el inicio de un proceso democrático. Vamos, que la responsabilidad de iniciarlo es de la sociedad y no de la propia ETA. Es una grave dejación de responsabilidades, tal y como Lokarri ha expresado en la nota que hemos hecho pública hoy. Más que decir qué tienen que hacer los demás, ETA tendría que pensar qué puede hacer ella para garantizar que se respeta la voluntad popular, esa voluntad que lleva sosteniendo tantos años que la violencia tiene que desaparecer.
2- Me reitero en algo que llevo diciendo unos cuantos meses. Hay que asumir la realidad. Ésta evidencia que es imposible generar las condiciones para un proceso de paz mientras persista la violencia de ETA. Prácticamente no hay nadie dispuesto a desarrollar un proceso con la Izquierda Abertzale tradicional con ETA actuando. Así que cualquier tipo de llamamiento o declaración que no sirva para despejar este tema no tiene recorrido.
3- El comunicado también tiene algún elemento positivo. Por ejemplo, la afirmación de que su fuerza radica en la lucha política o que el proceso democrático lo es porque se desarrolla con diálogo, negociación, acuerdos y mecanismos de participación. La consecuencia lógica debería ser que la violencia es incompatible con la lucha política y con esos principios, pero ETA no llega a la misma conclusión.
4- La declaración de Altsasu sostiene la disposición unilateral de la Izquierda Abertzale tradicional encaminada a poner en marcha el proceso democrático. No dice en ningún momento que lo condicione a que el resto de agentes den determinados pasos. De hecho, ni se menciona al Estado. En cambio, ETA afirma que el proceso democrático no se puede llevar adelante sin la participación del Estado y que, como decía antes, sólo se impulsará si se activa el Pueblo. Esto anula la unilateralidad que significa estar dispuesto a dar los pasos necesarios sin esperar a lo que hacen los demás. ¿Qué ocurre si el pueblo no quiere activarse en las claves que plantea ETA? ¿Y si el Estado no facilita el proceso democrático? ETA ya lo dice en el comunicado: entonces toca luchar. Por desgracia, ya sabemos que es la lucha para ETA.
5- Finalmente, la referencia a las palabras de Argala parecen un llamamiento al cierre de filas “nadie que grite ETA herria zurekin (…) puede quedar al margen de la lucha y no puede quedar al margen de la organización”. Lo que no entiende ETA es que sólo una pequeñísima minoría de este pueblo grita ahora eso. El grito está dirigido a ETA pidiéndole el fin de la violencia. Si realmente respetan al pueblo vasco deberían actuar en consecuencia.
Mi esperanza, más que ETA, reside en las convicciones de paz y convivencia de la sociedad vasca y en la propia militancia de la Izquierda Abertzale. Espero que el debate que están desarrollando dé buenos frutos.
1 comentario:
Gracias por la referencia. La verdad es que el artículo no ha gustado a muchos lectores de mi blog. Reitero lo que sostengo al final: tengo más esperanzas depositadas en la Izquierda Abertzale tradicional que en la postura que actualmente mantiene ETA. Lo primero es una oportunidad, lo segundo un obstáculo.
Publicar un comentario