El Comité de Competición se reunirá esta tarde para tratar la trifulca del partido de Primera Regional entre el Rada y el San Miguel, que fue suspendido en el minuto 67, con 3-1 en el marcador, a raíz de la agresión de un espectador a un jugador y la invasión de campo posterior. Dos jugadores del Rada y uno del San Miguel fueron atendidos en centros de salud.
Cada club presenta su versión. El presidente del Rada, Jesús Mari Piñero, aún no entendía ayer lo ocurrido. "Un aficionado del San Miguel saltó al campo y propinó una patada a un defensa del Rada. A partir de ahí, hubo empujones por parte de ambos equipos. Tres jugadores del Rada (uno había abandonado el campo antes) y dos del San Miguel fueron expulsados. Yo, que hice de delegado de campo, acompañé al árbitro al vestuario y llamé al 112, que mandó a la Policía Foral", apuntó Piñero. Y añadió: "Vamos a pedir a la Federación que no seamos castigados aunque fuera en nuestro campo, porque fue la agresión de un aficionado del San Miguel la que desencadenó los hechos". Dos jugadores del Rada, el portero Diego Rada, de 24 años, y Francisco Javier Pejenaute, de 20, fueron atendidos en el centro de salud por las agresiones. "El padre de este último también recibió una patada en la zona lumbar", comentó otra persona del Rada.
El presidente del Rada estaba desolado. "Es una pena que estemos trabajando en un pueblo pequeño, de 600 habitantes, por tener un equipo de fútbol para que los chavales hagan deporte y se vean cosas como la del domingo. Cosas así desaniman".
El presidente del San Miguel de Larraga, José Rodríguez, no estuvo en el partido, pero su gente le ha contado una historia diferente. "Desde el calentamiento, el público insultó a los jugadores del San Miguel. Hubo dos agresiones de jugadores del Rada a los nuestros que el árbitro no vio. Un jugador del San Miguel se defendió y saltaron al campo los aficionados del Rada y aquello debió ser una batalla campal. De todos modos, ya en la primera vuelta un jugador del Rada estuvo provocando.". En el San Miguel, Jon Arrastia fue atendido en un centro de salud por un fuerte golpe en la mandíbula. El entrenador, Aitor Lucea, no sabe decir quién saltó primero: "Aquello fue bochornoso. El ambiente estaba muy caliente. Saltaron las dos aficiones. Ya no había público. Todo el mundo estaba dentro del campo repartiendo".
Diario de Noticias
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