miércoles, 31 de marzo de 2010

ENTREVISTA CON EL GRUPO MUNICIPAL AGEIZIA DE AIBAR-OIBAR

De 7 posibles concejales en el Ayuntamiento de Aibar-Oibar, los 7 pertenecéis a un mismo grupo. ¿Por qué no hay concejales de otros grupos?
No hay concejales de otros grupos porque no fueron capaces de encontrar personas que les representaran, dispuestos a asumir el trabajo de concejales. Cuando iniciamos la andadura, el año 79, estábamos concejales tanto de izquierda como de derecha. Pero últimamente, desde hace tres legislaturas, como la derecha no se presenta, todos los concejales somos del mismo grupo municipal. Cree que no se presentan, en parte, porque ven que el trabajo que hacemos está muy bien. La verdad es que para nosotros, a la hora de atender un problema o una necesidad o presentar un proyecto, no hay nadie de derechas, ni de izquierdas. No estamos para servir sólo a los intereses de los votantes de izquierda. Pero lo curioso e interesante es que tampoco hay ningún otro grupo de izquierdas representado en el Ayuntamiento. ¿Que hubiese sido positivo?
Nosotros pensamos que no. En el grupo que conformamos la candidatura existen personas con sensibilidades distintas que no las ocultamos. Pero esto no nos impide ver que si cada uno fuéramos a nuestra bola, según nuestras posiciones políticas, el único perdedor de verdad sería nuestro pueblo. Nuestra conciencia de izquierda no nos permite que en un pueblo tan pequeño nos tomemos la libertad de andar cada uno a su aire. Por eso, nos presentamos juntos y por eso seguimos trabajando juntos. Así de sencillo. ¿Hasta cuándo? Hasta que sea necesario. En ello estamos.

Decidnos en cuatro palabras cómo definís vuestra política de izquierdas.
Lo primero, buscamos servir a todos y, además, a todos por igual. Lo mismo da que sea viejo que joven, pobre que rico, hombre que mujer, en paro que en activo, con cultura o sin ella … o el campeón de …, o el que sabe la repera, o tenga un palacio …Estamos para servir a todos sin excepción.
Segundo: buscamos la máxima participación de todos a través del diálogo directo, dando a conocer a todos los problemas que tenemos entre manos con los medios a nuestro alcance (bandos, revista, web municipal, reuniones …), haciendo encuestas cuando hace falta (sobre las fiestas, sobre las vacas…). Para nosotros los problemas del pueblo son suficientemente complejos como para pedir en todo momento el consejo a quien nos lo quiera dar.
Tercero: haciendo una cierta discriminación positiva a favor de algunos colectivos que consideramos más necesitados (jubilados-mayores y jóvenes…).
Cuarto: trabajando para que los actos culturales sean, en la medida de lo posible, palancas que nos ayuden a todos los aibareses a ser más solidarios y a trabajar más los unos por los otros, a conocernos más a nosotros mismos, nuestras raíces, de las que tenemos mil testimonios en nuestra riquísima toponimia vasca.
Quinto: siendo escrupulosos en el cumplimiento de la legalidad vigente, como garantía de la corrección de todo.
Y sexto: tratando que la elaboración de los presupuestos sea lo más justa posible para todos.

¿Cómo implicáis a la gente que no es concejal en las actividades que programáis como recitales de poesía, conciertos, teatro, semana medieval…?
En primer lugar, todos los concejales tienen asignado su campo de trabajo. Desde esta posición cada cual va buscando uno a uno los compromisos o contactos que hagan falta para llevar adelante cualquier proyecto, aunque todos colaboramos en la medida de nuestras posibilidades con los compañeros. De ahí surge una fuerza suficiente (también hay que decir que a veces nos gustaría tener mayor colaboración de más gente) que nos lleva a hacer lo que hacemos y que cualquiera pueda conocerlo a través de nuestra web.

¿Con qué infraestructura contáis para llevar adelante todo vuestro trabajo?
Para nosotros el mejor medio de poder hacer algo positivo por el pueblo es el personal que trabaja en el Ayuntamiento al que tratamos con mimo y del que estamos encantados por su entrega y su dedicación. Contamos con locales en los cuales desarrollamos nuestras actividades. Para empezar tenemos un Ayuntamiento amplio, cómodo y bien apañado, donde se sitúan las oficinas municipales, el club de jubilados, las salas de ensayo para los músicos, salas de reuniones … Hemos recuperado el Auditorio Alvaro Aldunate Sada para realizar allá desde recitales de todo tipo hasta comidas populares, asambleas ... Están, además, el Gaztetxe, que es un local municipal, el frontón y el albergue turístico para acoger a quienes nos visitan.

¿Cómo valoráis el trabajo que habéis realizado hasta el presente?
Hay algunas cosas de los que estamos bastante satisfechos. Así, el trabajo llevado con la gente jubilada creemos que se merece un aprobado. Ciertamente la principal responsable de ello ha sido la Trabajadora Social. Lo mismo podemos decir del Gaztetxe: a pesar de todos los problemitas que hemos tenidos estamos más que satisfechos con lo que allí se hace. Como también estamos relativamente contentos con la participación en los actos culturales que se organizan en el pueblo.

Aibar es un referente en la zona respecto a la política sobre la juventud. Cuenta hoy en día con el único centro juvenil o Gaztetxe de toda la zona oriental de Navarra. ¿Por qué sólo en Aibar y no en …? ¿Qué os llevó a montarlo? ¿Cómo lo lleváis como Ayuntamiento?
Ciertamente, nos costó lo nuestro ponerlo en marcha. No fue en realidad tan complejo porque, en coherencia con nuestro pensamiento, veíamos que era necesario en el pueblo. Somos firmes partidarios de buscar los modos más adecuados para que la ciudadanía tome parte en la vida del pueblo, y creíamos que el mejor foro para que los jóvenes lo hicieran era el Gaztetxe. Además los jóvenes hoy en día (en general gente con una gran formación académica si comparamos con la juventud de nuestra época), tienen todos los medios a su alcance, información de todo tipo y, por ello, son capaces de gestionar de forma autónoma el local y sus actividades (incluyendo modos de diversión antes impensables), convirtiéndose en los mejores tutores de su vida al llevar adelante esta labor. Y un Gaztetxe, a nuestro modo de ver, cumple el papel de posibilitar y potenciar las virtudes que se esconden dentro de ellos mismos.

Explicadnos eso. ¿Les dejáis hacer lo que quieren? ¿Habéis tenido problemas?
Bueno, problemas hemos tenido y esperamos seguir teniendo. Pero esto no quiere decir que los dejemos abandonados a su suerte. Ni mucho menos. El Gaztetxe no es un coto privado donde poder hacer lo que se quiera. En primer lugar, el local es municipal. Por ello está sometido a todas las normas establecidas en el pueblo y la sociedad. También los propios jóvenes han elaborado una serie de normas para su funcionamiento interno: horarios de apertura y cierre, mantenimiento del local, órganos de decisión para el normal funcionamiento, elaboración de diversas actividades … . Y además, en general, suelen aceptar muy bien nuestras observaciones y críticas y mantenemos un buen entendimiento. Nosotros pensamos que “el camino se hace al andar” y que “al pisar se ve el mosto”. Son personas libres como tú y como yo a las que a veces hay que dar un toque pero no mantener encajonados como se hacía antes.

Para finalizar la entrevista una última pregunta. Desde vuestra experiencia de Plataforma única de toda la izquierda del pueblo, ¿qué pensáis de las diversas candidaturas de los pueblos de alrededor con los que compartís servicios comunes, como la Mancomunidad de Sangüesa?
Desde nuestro punto de vista sería fundamental que en todos los pequeños municipios de la zona se formalizaran candidaturas unitarias de izquierda. Para nosotros es la única garantía de que algún día nos tomen en serio en Pamplona, de que dejemos de ser una zona marginal de Navarra, de que los servicios tanto de salud, bienestar social, educación y medio ambiente sean por lo menos de la misma calidad que en Pamplona o Tudela. Está más que visto que con la derecha que tenemos en los pueblos no hay nada que hacer al respecto. Si fuera por ellos, se pondrían a trabajar rápido para que nuestros pueblos y nuestros campos se convirtieran en sus cotos privados de caza, o sus campos de golf o campos para sus negocios … La izquierda, que rechazamos semejantes salvajadas, debemos unirnos para posibilitar que tanto quienes estamos ahora como los que vengan después, vivamos de la forma más digna posible, con una calidad de vida que sea la envidia de todos. Evidentemente hay dificultades objetivas para conseguir lo que queremos (la dispersión de los pueblos, las largas distancias, una población cada vez mayor…) Pero, por ello, es preciso, desde nuestro punto de vista, aunar esfuerzos y no perdernos en banderías que sólo consiguen restar fuerzas. Eso sí, respetando no sólo las libertades políticas sino también fomentando la buena política y a quienes la sustentan.

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