PATRIMONIO INMATERIAL

Que Navarra no iba a quedarse sin declaración de apoyo a los espectáculos taurinos era algo que estaba cantado desde que Esperanza Aguirre llamó a los españoles de bien a la cruzada en defensa de la fiesta nacional, amenazada en Cataluña por esa peste de separatistas y ecologistas. Ante la falta de representación del PP en la cámara foral faltaba saber quién iba a ser el proponente. Los más apostaban por UPN, tal vez como guiño conciliador de Barcina a su antiguo socio madrileño. Otros lo hacían por un PSN siempre dispuesto a marcar paquete españolista. Ni uno ni otro. La declaración que aprobó ayer el Parlamento Foral, aunque apoyada por esas dos formaciones, ha venido de la mano del CDN, un partido normalmente al margen de la retórica patriotera de la derecha hispana. Es cierto que el texto presentado por el partido de Alli, sin mencionar el debate catalán, se limita a pedir a nuestros parlamentarios el reconocimiento del "valor que los festejos taurinos tradicionales de Navarra tienen como patrimonio cultural inmaterial". Su propuesta, sin embargo, no cae del cielo. Se presenta en un contexto de polémica a nivel de Estado, y nos alinea, de hecho, con los que hacen de los toros un símbolo de las esencias patrias. En esta Comunidad, que se sepa, nadie ni nada hace peligrar la continuidad de los festejos taurinos. Una actividad para la que parece que no existe crisis, porque los Ayuntamientos siguen apostando por ellos en sus programas festivos aun a costa de reducir otras partidas presupuestarias. Hasta ahora no había polémica, pero quizás no haya mal que por bien no venga. Tendría gracia que ese insulto a la inteligencia que supone considerar "patrimonio" un sangriento espectáculo medieval, supusiera un punto de partida para un debate que algún día tendrá que llegar aquí, por mucho que se apele a seculares tradiciones. Quizás haya otras formas de merendar durante las tardes sanfermineras.
Aingeru Epaltza (en Diario de Noticias)