"EL EUSKERA EN TERRITORIO COMANCHE"

Un grupo de voluntariosos padres y madres de la “zona no vascófona” impulsan este domingo en Iruña una manifestación con el lema “Libertad para elegir el euskera /Euskara hautatzeko askatasuna”. Nadie como estas familias saben lo caro que cuesta, en todos los sentidos y no sólo en el económico, una apuesta tan comprometida hecha a conciencia en “territorio comanche”.

La derecha navarra, con la aquiescencia de los socialistas pactistas, ha parcelando el territorio foral y levantado muros estancos para que la lingua navarrorum no salga del geto reducido en el que les gustaría que agonizara. La realidad, sin embargo, se revela y cada año, por ejemplo en Tafalla, un 30% de los padres con niños de 3 años optan por el modelo D en euskera para matricular a sus hijos. Una enseñanza, que fuera de la alambrada de púas invisibles que teje UPN con ayuda del PSN, no se puede dar en ningún centro público de la Merindad.

Eso sí, la perversión envuelta en discurso neoliberal autoriza una ikastola, la cooperativa Garcés de los Fayos, que aún con ser un centro concertado supone un importante esfuerzo económico para las paganas familias euskaltzales, y más si son de Erriberri o la Valdorba que a los gastos ordinarios tienen que sumar un transporte y comedor a los que Miguel Sanz prácticamente ya no subvenciona.

De ahí la importancia de denunciar que hoy mismo miles de navarros son marginados en razón de un modelo educativo que el Gobierno foral no está dispuesto a explorar en sus propias localidades. Unas trabas que chocan con principios que teóricamente avalan los ejecutivos conservadores que desde hace décadas tienen la sartén por el mango en Navarra. Gobiernos y partidos que se saltan a la torera derechos que se vanaglorian en defender sólo cuando no se topan delante con el euskera, como la libertad de los padres para elegir la educación de sus hijos o la igualdad ante una ley que reconoce una carta magna sacrosanta para unas cosas y modulable, por ejemplo, para que se discrimine a ciudadanos por el sólo hecho de nacer en una localidad u otra.

Penoso y triste el sino de un Gobierno que legisla en contra de una de sus lenguas propias y relega a los ciudadanos que apuesta por ella, a los que penaliza para que “el capricho” les salga caro en “territorio comanche”. El tiempo corre en su contra. El domingo, todos a Iruña, y el lunes, a la ikastola.

Beltrán Gárriz