Coincidiendo con el inicio de las negociaciones en Madrid entre Telefónica y los sindicatos con representación en el comité intercentros (UGT, CCOO, AST, STC y CGT), LAB compareció ayer en Bilbo para mostrar su «rotundo» rechazo al Expediente de Regulación de Empleo (ERE) planteado por la empresa de comunicaciones.
Telefónica anunció a mediados de abril un ERE para 6.000 trabajadores del servicio de telefonía fija en el Estado español. Al mismo tiempo, la empresa que preside César Alierta informó que cerró 2010 con un beneficio récord de 10.167 millones de euros y que durante los próximos cinco años repartirá 450 millones entre 1.900 directivos en concepto de incentivos.
Posteriormente, Telefónica amplió el ERE hasta un máximo de 8.500 personas, aunque ayer volvió a rebajarlo a 6.500 en un plazo de tres años. Según las estimaciones de LAB, en Hego Euskal Herria este ERE conllevaría la pérdida de alrededor de 900 puestos de trabajo si la regulación planteada afecta a los empleados mayores de 52 años, tal y como sucedió en el ERE de 2003. Es aproximadamente el 50% de la actual plantilla.
El sindicato subrayó que desde la década de los noventa hasta la actualidad Telefónica ha destruido en el Estado español «más de 45.000 empleos estables y con condiciones laborables negociadas, sustituyéndolo por empleo precario, mileurista y sin derechos laborales y sindicales». En Hego Euskal Herria se ha pasado de una plantilla de más de 4.000 trabajadores a los menos de 2.000 actuales.
Ante esta situación, LAB anunció que impulsará movilizaciones en contra de la medida, entre ellas un paro de cuatro horas por turno el próximo 8 de junio y concentraciones a las 11.30 en las cuatro capitales, coincidiendo con las protestas que se van a llevar a cabo en el ámbito de todo el Estado español.
El representante de la central abertzale, Joseba Lekunberri, consideró que el anuncio de Telefónica «parece un insulto a la inteligencia y una provocación a toda la sociedad» y censuró la actuación de los sindicatos mayoritarios, ya que «apelar al miedo de `o se firma o la empresa externaliza es una mentira y una falacia» y supone «hacer el juego a la empresa. "Eso mismo argumentaban en anteriores ERE y la empresa ha seguido externalizando y segregando».
LAB también criticó que no habrá representación sindical vasca en las negociaciones en Madrid y reclamó un marco vasco de relaciones laborales que permita decidir en Euskal Herria las políticas laborales y sociales a aplicar.
Fuentes de Telefónica señalaron a Efe que al asumir el coste total del ERE una parte de los fondos que iban a destinar a la reducción de empleo tienen que emplearlo al pago de los costes que habitualmente asume el Estado, por lo que el máximo de afectados serán 6.500, casi como se anunció al principio. Ésta podría ser una maniobra encaminada a «facilitar» la postura del Ejecutivo cuando tenga que dar luz verde al ERE.
Horas antes, el ministro español de Trabajo, Valeriano Gómez, ya había confirmado que Telefónica había ofrecido hacerse cargo de los gastos de prestaciones de desempleo. Gómez defendió que «no hay razón para que las empresas con beneficios que hagan ajuste de plantilla con trabajadores que, por edad, es difícil que puedan incorporarse al mercado laboral, no afronten los gastos de las prestaciones por desempleo», y añadió a renglón seguido que Telefónica le había mostrado su disposición a hacerse cargo de dichos costes. Opinó que Telefónica es una firma que «siempre ha sido competente y avanzada», pero que en esta ocasión no había evaluado el impacto que tenía comunicar al mismo tiempo el ERE y el reparto de grandes primas para sus directivos.
GARA
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