Estoy seguro que muchos de vosotros el pasado domingo observasteis atentamente las manifestaciones de Barcelona, Madrid y más de 50 ciudades de toda España. Seguramente os llevaron a recordar que en otros tiempos también os manifestásteis por el clamor de la libertad, la amnistía, el Estatuto de Autonomía, o quizás por el 0’7, o cuando asesinaron a Ernest Lluch, etc. Erais más jóvenes, os sentíais indignados, luchábamos por la democracia, en contra del terrorismo, a favor de las libertades, por la justicia social, por Cataluña y la paz.
¿Estas manifestaciones del domingo no te han recordado quizás las de tu tiempo joven? Hay, pues que estar atentos al significado de tanta protesta, ya que estáis en la política democrática, escuchad lo que dicen, cómo lo dicen, qué quieren y qué les mueve.
Recordad a personas del pasado que nudrieron vuestra fuerza para transformar la sociedad, aquellos padres y madres de la Unión Europea, los sindicalistas que sufrieron torturas y maltratos, aquellos hombres y mujeres, los Comín, Marta Mata, Solé Tura, Pujol, López Raimundo, Coll …. etc. Los que ayer estaban en la calle son hijos y nietos de aquella generación, quieren otro mundo, están hartos de estructuras que se alimentan a sí mismas y no tienen la audacia para establecer un valiente pulso contra los desaprensivos violentos del sistema financiero que hoy practica una nueva forma de dictadura.
Convendría que fuerais más a los barrios extremos, constatáseis que hay quien pasa hambre, quien está depresivo porque espera una operación desde hace meses y ahora le dirán que tiene que ser más adelante, que muchos van abriendo los contenedores de basura para ver si pueden sacar algo para vender o para comer. La política se ve de una nueva manera en el contacto directo con la gente que sufre. Ellos nos comunican la fuerza para perseverar en la lucha por el bien común e ir en contra de todo tipo de corrupción.
Por favor, acudid a las zonas marginales, escuchad la gente, haced cola en los ambulatorios, hablad con los campesinos que ven que no pueden cosechar, subir al autobus que lleva a las cárceles …. y posiblemente vuestra indignación conectará con la mayoría de los que se manifiestan. Una política desde los que están abajo.
Ganad el pulso a las grandes corporaciones financieras que no se someten al control democrático y que nos llevan a una nueva forma de dictadura. Con el corazón cargado de la gente, del pueblo, con la mente racional y libre, haced leyes en contra de los paraísos fiscales, de los abusos financieros, de la economía especulativa y de un sistema en el que los ricos cada día son más ricos y los pobres cada día son más pobres. Esta es una parte muy importante de vuestra misión, por eso estáis en los parlamentos.
Jesús Renau, en Cristianismo y Justicia
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