Las resoluciones aprobadas en las Juntas Generales de Gipuzkoa y en el Parlamento de Gasteiz para que las empresas constructoras cumplan las condi- ciones de los convenios del sector de la Construcción «han caído en saco roto», a juicio del secretario general de la Federación Hainbat de ELA, Gurutz Gorraiz, porque se realizan jornadas laborales de hasta 19 horas al día o se incumplen las materias básicas de seguridad y salud en el trabajo.
Critica la existencia de «una desregulación absoluta» y recuerda que ELA ha interpuesto denuncias ante la Inspección de Trabajo por «contratación irregular, por jornadas terribles de trabajo y por salarios entre dos y seis euros por hora», lo que supone que en muchos casos esas empresas pagan la mitad de lo que les correspondería.
El responsable sindical reprocha que «los empresarios se aprovechan de que son inmigrantes: pakistaníes o portugueses, en los casos que hemos comprobado sus datos». Critica que tampoco la Inspección de Trabajo actúa, por lo que ELA decidió controlar la obra pública. Así, destaca dos casos que han investigado por las «graves irregularidades que contienen: en las obras del TAV y en la empresa del presidente de los empresarios de la Construcción de Gipuzkoa (Ascongi), Construcciones Galdiano».
En las obras del tren de alta velocidad (TAV), ELA solicitó hace un año «entrar en las obras» para conocer las condiciones de trabajo. La dirección de la obra contestó a la central sindical que era imposible «por razones de seguridad». Tras la aprobación por parte del Parlamento de Gasteiz de la resolución para que las obras que contrata la Administración Pública con empresas constructoras, éstas respeten los condiciones fijadas en los convenios y se permita a las centrales sindicales acceder a las obras, entre otras decisiones, el secretario general de la Federación Hainbat de ELA, renovó la petición al director corporativo Euskal Trenbidea Sarea (ETS), Francisco Egea, que fue ex consejero de Trabajo por el PSE en el Gobierno de Gasteiz y es responsable de las obras del TAV. Se produjo el segundo rechazo, pero con otro motivo, en esta ocasión se trasladó que esa solicitud «se debería dirigir» al Gobierno de Gasteiz.
ELA ha tenido acceso a los partes de trabajo de la empresa Geysp SL Gestión y Supervisión, de Valencia, y que está subcontratada por Obras Subterráneas SA. «Hemos comprobado bajo los testimonios de los trabajadores que realizan largas e intensas jornadas de trabajo y también trabajan los sábados y domingos». En este sentido, en «partes de obra» de la zona de Garagartza, en Arrasate, se constata que bastantes trabajadores realizan jornadas de trabajo «de 19 horas diarias y lo regular son 12 horas diarias», precisó.
ELA constata en la denuncia que «no se aplican las condiciones del Convenio de la Construcción y Obras Públicas de Gipuzkoa, por lo tanto, las retribuciones y cotizaciones son muy inferiores. A su vez, se demuestra que el dinero que perciben no es el que se refleja en el salario o la nómina». Incumplen la obligación de «ingresar en la EPSV Geroa las aportaciones» y «no regulariza las cotizaciones a la Seguridad Social».
Pakistaníes y portugueses
El responsable sindical de ELA, por otro lado, recordó que «llevamos un año» haciendo un seguimiento de las obras de construcción de viviendas en el barrio Urruzuno, de Elgoibar, por parte de Construcciones Galdiano. Según Gurutz Gorraiz, el consejero delegado es Joseba Azkarraga, ex consejero de Trabajo del Gobierno de Gasteiz en la anterior legislatura, y el gerente es Jesús Ruiz, también presidente de la patronal guipuzcoana de empresarios de la Construcción, Ascongi.
«La patronal guipuzcoana se niega a facilitar cualquier tipo de intervención sindical, negándonos el acceso a las obras y bloqueando la negociación del convenio», lamentó el sindicalista. Esta ocultación tiene, a su juicio, un motivo y es que «hemos visto gravísimas irregularidades». Los trabajadores llegan en furgonetas. «Es difícil hablar con ellos, la mayoría son pakistaníes. Al parecer, pernoctan en Logroño. Los traen y los llevan. Algunos nos han dicho que les pagan dos euros por hora», precisó, lo que estaría muy lejos del convenio vigente en Gipuzkoa.
Pero, además, por las fotografías que ELA ha tomado del lugar de las obras, trabajan sin condiciones adecuadas de seguridad laboral, «porque ni tienen casco, muchos ni guantes, ni arneses de sujeción, etc». En la denuncia que ha presentado ante la Inspección de Trabajo afirma que algunos «van en chanclas y con chilaba».
Gurutz Gorraiz denunció, por ultimo, que muchos empresarios pequeños «están en el aire y desaparecerán» ante el «dumping social» que se está produciendo con los inmigrantes.
GARA
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