miércoles, 8 de junio de 2011

IMPULSO IRLANDÉS A UNA COMISIÓN DE LA VERDAD PARA LOS SANFERMINES DEL 78

Tres de los promotores de la Comisión de la Verdad del Domingo Sangriento se reunieron con los nuevos concejales de Bildu, NaBai e Izquierda Ezkerra para reforzar la petición de una investigación sobre los Sanfermines del 78. Insistieron en que el actual momento político constituye una nueva oportunidad para sacar adelante una comisión de la verdad en Iruñea o sobre la matanza del 3 marzo en Gasteiz.

Tony Doherty, Sean McMonagle y Tony Gillespie dejaron ayer en Iruñea un mensaje claro: «Hay que seguir intentando abrir una investigación oficial que ahonde en lo ocurrido en Sanfermines del 78». Estos tres irlandeses formaron parte del movimiento que impulsó la comisión de la verdad que aportó luz a los sucesos del «Bloody Sunday» en Derry. Doherty, en concreto, perdió a su padre y ahora ejerce de portavoz. «Hemos venido a comparar nuestra experiencia como impulsores de la Comisión de la Verdad del Domingo Sangriento con el trabajo que aquí desarrolla la Plataforma Sanfermines del 78, porque el paralelismo es evidente», dijo Doherty, que hoy a las 19:30 horas participará en una charla y un debate en el instituto de la Plaza de la Cruz.

Los sucesos de Derry, en los que trece civiles murieron bajo los disparos de los soldados británicos, ocurrieron en 1972. Sin embargo, los familiares tardaron 20 años en formar una plataforma para exigir que se supiera la verdad de lo ocurrido, que se reescribiera la historia. En 1998, coincidiendo con el proceso de paz, lograron que finalmente esa comisión de la verdad arrancara, con el parabién de Tony Blair. No obstante, hubo que esperar hasta junio de 2010, hace exactamente un año, para conocer su veredicto: un contundente informe en el que se exonera a las víctimas y se responsabiliza a los uniformados, un regimiento de paracaidistas británicos, de disparar sobre civiles.

Doherty, que también acudió el pasado año a Gasteiz para impulsar la investigación imparcial sobre las muertes del 3 de marzo, expuso que este tipo de revindicaciones son una carrera de fondo y quiso lanzar un mensaje tranquilizador a las autoridades. «Quien más beneficiado ha salido de la Comisión de la Verdad sobre el Domingo Sangriento ha sido el Gobierno británico. Al asumir que mató a sus propios ciudadanos y que mintió, su democracia se ha visto muy fortalecida». Por tanto, su consejo es que lo valoren bien, porque «tienen poco que perder y mucho que ganar».

Los enviados de Derry remarcaron la necesidad de «profundizar en la democracia» a través del reconocimiento de los errores cometidos, para trabajar en favor de la reconciliación entre comunidades. «Es muy importante para Euskal Herria e Iruñea en el contexto político actual resolver estas cuestiones, por higiene democrático». A su juicio, «aunque no hay momento malo» para exigir justicia, estas iniciativas avanzan más fácilmente cuando existe una dis- tensión del conflicto.

El Ayuntamiento de Iruñea ya ha echado para atrás en dos ocasiones una moción planteada por la plataforma popular Sanfermines del 78-Gogoan, en la que se reclama una comisión que indague sobre la muerte de Germán Rodríguez bajo las balas de la Policía española, en un 8 de julio trágico en el que también se contabilizaron numerosos heridos de bala.

La nueva corporación de Iruñea volverá a tener sobre el tapete una oportunidad de investigar formalmente lo sucedido, según adelantaron desde la plataforma popular Sanfermines 78. El voto de PSN sigue siendo decisivo y es probable que, como en las anteriores ocasiones, tumbe la iniciativa. Sin embargo, el ejemplo irlandés resulta esperanzador en este punto. El portavoz de los impulsores de la comisión de Derry insistió en que hay que seguir adelante, pese a estas trabas y, de hecho, se reunieron con los ediles de Bildu, NaBai e IE para arropar la petición de una investigación para Iruñea.

«Un rechazo por parte del Ayuntamiento no debe sorprender a nadie. Nosotros también lo tuvimos. El Ayuntamiento de Derry nos dio la espalda», explicó Doherty. «Al principio, la sociedad nos percibía como una plataforma que buscaba desestabilizar al Estado, como una tapadera del Sinn Féin. Tuvimos dificultades para hacer entender que éramos los familiares de los muertos y que lo único que reclamábamos era justicia».

A este respecto, el portavoz consideró que hay que despolitizar la imagen de un movimiento como éste para que así emerja su verdadera naturaleza, y desarrollar una campaña en favor de los derechos humanos.

«Con el proceso de paz, tuvimos la oportunidad de hablar con sectores contrarios, con gente que antes no quería sentarse a una mesa con nosotros», relató el irlandés. «Eso permitió explicar que pedíamos una comisión de la verdad a título personal, que lo hacíamos por Derry y por facilitar la reconciliación entre británicos e irlandeses». Además, aseguró que, a través de la comisión de la verdad la tragedia del Domingo Sangriento ahora puede recordarse con más tranquilidad.

Aritz Intxusta, en GARA

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