Sabéis que no estáis solos. Somos muchos los que os apoyamos para solucionar un tema que duele a nuestros pueblos. Los archivos municipales están repletos desde antiguo de facturas para el mantenimiento de esos lugares, desde cuando servían de usos múltiples para el vecindario. Los documentos hablan, pero las piedras también: ¿Cómo se explica que en Corella cinco lugares de culto tengan el escudo municipal en piedra en la entrada? ¿Qué significa que muchos retablos estén presididos por el escudo municipal? Nuestros ayuntamientos costearon al maestro Gutierrez en Corella, al maestro Anchieta en Cáseda, Tafalla y Aoiz, por citar algunos. Las facturas de todos ellos en monedas y hasta en complementos en cántaros de vino y especias están depositadas en el ayuntamiento respectivo. En ningún archivo consta que esos bienes municipales fueran vendidos o regalados a ningún otro propietario. Es un hecho sabido que muy recientemente el uso de esos lugares pasó casi exclusivamente al servicio del culto religioso. Estáis en lo justo al reclamar todos esos bienes comunales, sin pretender por ello privar del uso a los creyentes católicos. Como se decía antes, tenéis más razón que los santos.
Estos días hemos acompañado por los pueblos a varias televisiones interesadas en el tema. Hemos encontrado de todo: pueblos entusiastas por defender su patrimonio; pueblos abatidos por la impotencia; otros temerosos ante un "enemigo" tan grande; airados los menos, esperanzados los más... Ninguno defiende al obispado, ninguno justifica su codiciosa conducta. Nos decía en Olazagutía un católico de misa dominical: “¿Para qué queremos estos edificios tan grandes si cada día somos menos?”. El ecónomo del Arzobispado, señor Aizpún, lo explicaba así en el diario Público: “la sociedad ha dejado de ser católica y es ahora cuando puede ponerse en duda la titularidad del patrimonio de la Iglesia”. Y por eso recurren al uso abusivo del artículo 206 y emplazan a los ayuntamientos a ir a los tribunales. “En la Iglesia siempre se nos ha recomendado palabras de reconciliación y nunca de tribunales” decía otro vecino.
Gracias a los doce apóstoles, esto es, a los doce alcaldes iniciadores de un movimiento municipalista sin precedentes, que ya representa a casi 120 ayuntamientos y concejos. Es vuestra hora, no decepcionéis a vuestros vecinos. Es vuestra obligación llevar más arriba nuestras esperanzas: que el Parlamento os oiga, que el Gobierno actúe; que la sociedad denuncie; que la prensa informe; que la Iglesia sepa que no vamos a ceder hasta recuperar unos bienes y unos derechos imprescriptibles de nuestros pueblos.
Ánimo amigos, este sábado estaremos con vosotros.
Pedro Leoz Cabodevilla, presidente de la Plataforma de Defensa del Patrimonio Navarro
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