La eliminación de la partida por parte del Ejecutivo foral se dio a conocer en la reunión que la Junta Permanente de Eusko Ikaskuntza celebró el pasado viernes en Vitoria. El vicepresidente de la sociedad y representante de Navarra Sixto Jiménez confirmó ayer a instancias de este periódico la supresión de la ayuda y manifestó su pesar por el hecho de que las autoridades navarras no hayan mantenido la partida. "Hubiéramos entendido un recorte dadas las circunstancias actuales pero es lamentable la supresión en origen". Sixto Jiménez apuntó que no habían hecho pública la decisión del Gobierno regionalista "porque es un hecho tan lamentable que nos produce un gran pesar incluso publicitarlo. Queríamos evitar que se viera en nuestra denuncia una intencionalidad política pero ha trascendido y no se trata de ocultarlo".
Para el vicepresidente navarro de Eusko Ikaskuntza la supresión de esta partida, "que no se haya contemplado ni siquiera con un fondo mínimo, conlleva un mensaje más profundo ya que no se quiere que figure ni a título simbólico".
La Diputación Foral de Navarra fue en el año 1918 una de las cuatro fundadoras de Eusko Ikaskuntza-Sociedad de Estudios Vascos (EI-SEV) . Tal y como recoge en su web, se trata de una "entidad científico-cultural, de carácter privado, fundada en 1918 por las diputaciones forales de Álava, Vicaya, Gipuzcoa y Navarra, como instrumento estable y permanente para el desarrollo de la cultura vasca. EI-SEV la conforman sus socios, presentes en todo el mundo, y agrupados en secciones científicas". Precisa que "es la única entidad científica multidisciplinar con implantación oficial en la CAV, Navarra y País Vasco continental".
El Gobierno de Navarra en los últimos años no había equiparado su aportación económica a las cuantías que destinan el resto de las diputaciones que hace ya al menos cuatro años incrementaron la subvención a 120.000 euros. Navarra, por contra, limitó la ayuda a 60.000 euros. Para la inclusión de esta aportación en el presupuesto navarro de 2009 hubo que negociar ya que en principio el ejecutivo de UPN-CDN intentó excluirla. No obstante, y gracias a la intervención de los grupos parlamentarios de la oposición se logró mantenerla.
El vicepresidente navarro de EI-SEV explicó que las aportaciones institucionales y las cuotas de los socios se destina al mantenimiento de la sociedad, mientras que el resto de los recursos proceden de proyectos concretos que constituyen en torno al 80% del presupuesto global de la entidad.
Cabe recordar que tras la Guerra Civil las actividades de EI-SEV quedaron suspendidas en territorio peninsular, pero ello no fue obstáculo para la celebración de sendos Congresos en Biarritz (1948) y Bayona (1954), que hicieron posible el reagrupamiento de las gentes de la cultura dispersas por los cinco continentes. En septiembre de 1978, la Asamblea General de socios reunida en Oñate aprobó reiniciar las actividades y designó como presidente a José Miguel de Barandiaran. Desde entonces, EI-SEV desarrolla su labor científica y cultural. Tras José Miguel de Barandiaran (1978-1991), han presidido la institución Gregorio Monreal (1992-1996), Juan José Goiriena de Gandarias (1996-2002), Javier Retegui (2002-2008), y José María Muñoa Ganuza, desde el 26 de diciembre de 2008.
Diario de Noticias
No hay comentarios:
Publicar un comentario