Se subvenciona el 90% hasta poner el hidrante y luego entre un 30% y un 50% para amueblar las fincas, "pero tiene trampa porque las subvenciones tienen que ser a proyectos de más de 5 hectáreas y en Tafalla los hidrantes están repartidos porque la gente no tiene tanta tierra, así que tienen que juntarse varias piezas y ponerse de acuerdo entre agricultores. Encima, la mayoría de ellos no son propietarios de la tierra y gastar dinero en la propiedad de otro… No sé cómo lo llevará a cabo la gente. Creo que al final quedará tierra sin riego, y más tal y como está la economía actual", sostiene Lerga.
Otro de los problemas que plantea la instalación del nuevo regadío es la ausencia de productos estrella en la zona. Tal y como explica Lerga, "el problema reside en qué ponemos. La gente tiene miedo porque supone mucha inversión y la rentabilidad es dudosa. Supongo que se pondrán pocas hortalizas, porque la tierra aquí es fuerte y difícil de manejar, y se trabajará más el cultivo extensivo, porque la mayoría de agricultores ya tienen la maquinaria y encima está subvencionado. Aquí se pondrá sobre todo maíz, alfalfa, girasol, alubia y guisante".
Otro inconveniente radica en que "no cultivamos bien y a la conservera con poco le basta; además, en esta zona no hay tradición de regadío y dudo de que los agricultores sepamos buscar esa rentabilidad. Aunque se supone que podremos sacar hasta tres cultivos al año, acabaremos sacando uno debido a su complejidad", comenta Lerga, quien manifiesta que " la inversión es de 4.500 euros por hectárea y aunque decían que los gastos fijos por hectárea iban a ser de 100 euros al año, ahora piensan subirlo a 150 euros, por lo que mucha gente quedará obligada a poner regadío. Están condenando a la gente que tiene viñas y olivos".
Diario de Noticias
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