"NI OS QUEREMOS, NI OS NECESITAMOS"

"Ni os queremos, ni os necesitamos". La consigna se repitió ayer durante los cinco kilómetros de marcha antipolígono de tiro que más de 300 personas realizaron renovando por vigesimotercer año la oposición popular a la instalación militar de Bardenas Reales. En la frase se condensaban todas las que durante este tiempo han tenido que oír los políticos que han rubricado directa o indirectamente el contrato que mantiene el Ministerio de Defensa con la Comunidad de Bardenas para que dentro de un Parque Natural se lleven a cabo entrenamientos de tiro y maniobras del Ejército. Convocados por la Asamblea Anti-Polígono, los manifestantes aplaudieron a Milagros Rubio cuando, a las puertas de la base, pidió "un referéndum para saber qué opinan los vecinos y vecinas de las prácticas nocturnas de bombardeo de las que se vanagloria el Ejército en su página web porque la Comunidad de Bardenas decide por todos sobre usos militares que no forman parte de las ordenanzas". Luego, reiteró que "no nos cansaremos de decir que no queremos bombas, disparos ni militarismo alguno ni en las Bardenas, ni en el puente del Ebro donde siempre recordaremos a Gladys, ni en Afganistán, ni en la Universidad de Navarra, ni en la T4 de Barajas, ni en Israel". Este mensaje fue recibido con un fuerte cordón policial que, a diferencia de ediciones anteriores, se adelantó varios metros frenando la marcha a mucha más distancia de la puerta del Polígono que otras veces. "Nos cierran el paso en una carretera que desemboca en Castildetierra, llegará un día en que las Bardenas sean un escenario de recobro integral de la naturaleza y que sean de todos los habitantes de la zona, porque esto es nuestro, de los congozantes", recordó Milagros Rubio a los que formaban el muro policial.

Aunque el camino de acceso al lugar quedó cortado para turistas y pacifistas, no hubo impedimentos para que se elevaran las críticas a la permanencia de los militares en Bardenas. "En 2001 nos dijeron que firmaban un convenio por ocho años con la intención de buscar otro emplazamiento. Cuando llegó el momento, la Comunidad de Bardenas, UPN y PSN fundamentalmente, decidieron evitar excusas y se quitaron la careta definitivamente firmando un nuevo convenio para diez años renovables por otros diez, por una suculenta renta de la que la mayor parte se destina al propio autoconsumo de la feudal Comunidad bardenera", recordó Rubio. A la Asamblea Anti-Polígono se unieron en la marcha, además de anónimos, otros 49 colectivos, entre los que se encontraban miembros de la Plataforma No a las Guerras de Ejea de los Caballeros. Su portavoz, Ana Ruiz, también leyó un manifiesto al final del recorrido en el que criticó que al Ejército "se le dote en los Presupuestos Generales del Estado de una cantidad obscena de dinero que debería dedicarse al verdadero desarrollo del país". Por otra parte, apuntó que "no nos han preguntado si queremos que estén aquí y llevamos 23 años diciéndoles que no; que no queremos bases militares ni aquí ni en ningún sitio, que la guerra no puede ser un instrumento de política ni de comercio internacional, y que nosotros sí creemos en un mundo en paz y en el respeto a los Derechos Humanos. Nos sobran los motivos", apostilló.

Diario de Noticias