jueves, 31 de julio de 2014

EL MONTE BURDINKURUTZETA

En Legorreta y después en el monte Burnikurutzeta, entre Beizama y Tolosa, se produjo el martes un hecho esperanzador, que presagia un final feliz para tanto sufrimiento injusto provocado en los últimos 50 años en Euskal Herria. Fue un encuentro entre Maixabel Lasa, viuda de Juan Mari Jauregi, y el preso Ibon Etxezarreta, miembro del comando de ETA que le asesinó hace 14 años. La víctima era padre de familia, juntero, dirigente del PSE, y gobernador civil de Gipuzkoa. Etxezarreta renovó su petición de perdón por el daño injusto realizado, y Maixabel le perdonó de corazón. El abrazo entre víctima y verdugo es un hito en el camino de la pacificación de este país. No ha sido el primer gesto, ni espero que sea el último. Pero cada paso que se anda ya no tiene vuelta atrás. Es un triunfo de la esperanza, de la concordia, de la convivencia, sobre el odio, y la venganza. La racionalidad es más fuerte que la desesperación, la generosidad más firme que el resentimiento, y el abrazo, si es totalmente sincero, puede enjugar cualquier lágrima. Es difícil arrepentirse y pedir perdón, cuando tus ideas, tus convicciones, se han convertido en profesión de fe, cuando se han endurecido y te han encallecido como una roca. Entonces hay que revisarlas, modificarlas, recapacitar, golpearlas con el cincel. Renunciar a la violencia, al rencor y a la revancha puede parecer una traición y no lo es. Por eso, a veces es tan difícil la paz, y al mismo tiempo tan valiosa, y tan tremendamente necesaria. Es una locura empeñarse en beber de un pozo oscuro, de los cientos de charcos de agua sucia, acabarán envenenándonos. Aunque tus rivales prefieran embriagarse con ella, en bañarse en su miseria, hay que seguir adelante. El martes en el monte Burnikurutzeta se sembraron muchos sentimientos nobles, se extendieron muchas manos abiertas, y se olvidaron los temores. No tengo duda de que florecerá una gran cosecha de paz. Admiro profundamente a Maixabel Lasa por enseñar el camino a seguir a tantos vascos.
Adolfo Roldán, en Noticias de Gipuzkoa

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