No tiene gran dificultad hablar de Jose Mari para cualquier persona que le
haya conocido, y sin embargo su vida ha sido tan rica y profusa que es difícil
resumirla en ete espacio que la norma periodística impone.
Trabajador, esposo, aita, abuelo, tafallés de pura cepa, popular, afable y
generoso, conversador incansable y simpático, ha sido un hombre con capacidad
de transmitir fácilmente sus ganas de vivir y de luchar, sus experiencias y
sabiduría adquiridos a lo largo de su vida, a todos los que le conocimos, de
forma que siempre había algo que aprender de él, con él.
Ha sido una persona que transmitía de forma fluida y comprensible toda la
sabiduría popular que poesía, a través de chistes, anécdotas, chascarrillos y
todo tipo de vivencias, a todo aquel que se le acercó y escuchó.
Después de su infancia y juventud en la Tafalla de postguerra y tras su
matrimonio tuvo que emigrar para vivir, del trabajo en la construcción que
desarrolló durante más de treinta años, primero en la Txantrea y posteriormente
en Burlada, hasta que una repentina trombosis trucó esa etapa laboral, fue
forjándose una personalidad voluntarista y trabajadora, con claro carisma de
líder y con voluntad de compartir y socializar sus ideas, aficiones y proyectos
en su pueblo, Tafalla.
Sin perder nunca el humor y buenas costumbres, como el chiquiteo y su fran
afición por la lectura y la natación en piscina que practicó mientras que sus
fuerzas lo permitieron, dedicó gran parte de su última etapa vital a
desarrollar su gran afición taurina, que compartió con su suegro, el popular y
conocido tafallés Lucas Barasoain.
Fundador y presi del Club Taurino Tafallés, “gracias a un infarto”, como comentaban en su cuadrilla, trabajó
incansablemente durante más de una década para organizar y desarrollar un
sinfín de actividades, actos y excursiones que acercaron a muchos aficionados
de Tafalla y de pueblos vecinos al mundo taurino local, foral y de gran parte
de la geografía peninsular.
Su incansable dedicación aún le permitió participar, con un espacio taurino
claro, en la mítica y desaparecida Radio Eltxo y posteriormente en la Cadena
Ser local, así como colaborar con sus escritos sobre toros en La Voz de la
Merindad y lograr editar un libro sobre la historia taurina de Tafalla.
Lector y estudioso infatigable, estuvo documentándose y escribiendo
sistemáticamente en su ordenador personal todos sus estudios, críticas y
vivencias personales y sociales, actividad que le ayudaba a mantener esa cabeza
ágil y despierta que poseía, hasta el final de sus días prácticamente.
Hombre religioso, practicante a su manera, colaboraba activamente también
con la comunidad católica local, en la iglesia de Escolapios donde estudió de
niño, donde solía participar en las lecturas de la liturgia dominical.
Nunca olvidó su pasado, historia y cultura heredada de su aita Manuel, gran
nacionalista y sindicalista local, fundador del sindicato ELA en Tafalla, así
como cultivó hasta su última y fatídica estancia en el hospital su gran afición
a la pelota a mano, no perdiéndose ninguna retransmisión de partidos
importantes de los últimos años, sobre todo de sus grandes ídolos, antes Retegi
y hoy Olaizola II.
Para el final hemos dejado su parcela más importante, la dedicación a su
familia. Como había hecho y continuaba haciendo con sus cuatro hijos, con la
llegada de sus nietos, que sumaban los componentes de una cuadrilla entera de
un torero, y junto con su incansable y querida compañera y esposa Pilar, no
dejó de preocuparse por sus estudios, problemas y desarrollo personal de todos
ellos hasta el final.
En fin, a todos aquellos que le conocimos, vivimos con él o mantuvimos
algún contacto social, profesional o sanitario, como todo el perrsonal del
Hospital Vírgen del Camino que con tanta profesionalidad le mimaron hasta el
final, no nos queda más que congratularnos de ello, porque sin duda Jose Mari
Urroz ha sido de esas personas que nos dejan un poso insustituible y nos anima
a vivir y luchar como él lo hizo.
Eskerrik asko, lehendakari.
Descanse en paz.
Manolo Urroz Barasoain, en nombre de su familia
No hay comentarios:
Publicar un comentario