Pocos llorarán por Gadafi, porque fue su impetuosidad lo que costó a Libia su libertad; más preocupa el hecho de que después de 40 años, la considerable riqueza petrolera del país ha vuelto al control occidental. El petróleo iraquí también fluye hacia Occidente. Irán podría ser el próximo objetivo de los planes de guerra estadounidenses y británicos.
Irónicamente, las naciones emergentes de Asia y África tienen motivos para preocuparse cuando Occidente es débil. Colonialismo 2.0 no es solo un dicho preferido; es simple economía: los ricos siempre tienen que star vigilantes ante los desesperados.
En los siglos XVIII y XIX cuando el mundo era colonizado por países como España, Gran Bretaña, Francia, Bélgica, Portugal y los holandeses, India y China eran los dos países más ricos del mundo; juntos representaban más de un 50% del PIB mundial. Y sin embargo las dos gigantescas naciones asiáticas terminaron bajo botas militares coloniales.
Si pensáis que la colonización ocurrió cuando el Oriente declinaba y Occidente crecía o que India y China descuidaron sus ejércitos e ignoraron las amenazas extranjeras que acechaban sus costas, no podríais estar más equivocados. Ambos países tenían fuerzas armadas y flotillas navales muy poderosas dirigidas por comandantes capaces.
Ventaja militar
A principios del Siglo XVIII, el legendario almirante de la flota india Kanhoji Angre, derrotó en alta mar a las armadas británica, holandesa y portuguesa. Durante 33 años, hasta su muerte en 1729, los indios siguieron invictos. Los británicos estaban tan furiosos que lo llamaron pirata.
Los barcos indios de esa época eran tan avanzados en diseño y durabilidad que los británicos los incorporaron a su flota. En la Batalla de Trafalgar en 1805, el buque insignia de Horatio Nelson, HMS Victory, era un barco construido en India.
Según el sitio web de la armada india: “Esto agitó tanto a los constructores de buques británicos en el río Támesis que protestaron contra el uso de barcos construidos en India para transportar carga desde Inglaterra. En consecuencia, se adoptaron medidas activas para incapacitar a los astilleros indios”-
El reino meridional indio de Mysore fue el primero de la historia moderna que utilizó cohetes en la guerra, y los utilizó con efecto letal contra los británicos en la Batalla de Guntur en 1780. El ejército británico, literalmente traumatizado por las explosiones, huyó del campo de batalla. Unos pocos cohetes que no estallaron se enviaron posteriormente al Arsenal Real en Londres, donde William Congreve, el experto británico en armas, realizó ingeniería inversa con ellos para lanzar la cohetería moderna en Europa.
La mayoría de los gobernantes indios también poseía una aguda conciencia geopolítica. Por ejemplo, no permitieron que los comerciantes europeos mantuvieran guarniciones o realizaran comercio interior. Cuando Thomas Roe, emisario del monarca británico, desembarcó en India occidental en 1616, lo hicieron esperar un año antes que el emperador indio le otorgara una audiencia. Tres años después Roe, a pesar de muchas petitorias y considerables reverencias ante los grandes de Delhi, volvió sin un tratado comercial porque el emperador no veía el sentido de comerciar con un país que no tenía un solo producto o mercancía que ofrecer a India.
El principio de algo peor
Sin embargo, un desliz de un emperador débil dejó entrar a las hordas. Cien años después de la partida de Roe, una embajada inglesa tuvo un golpe de suerte cuando uno de sus miembros, William Hamilton, un galeno de dudosa capacidad médica, logró aliviar al emperador, que era más bien una figura decorativa, de un severo dolor en la ingle. El emperador, agradecido, firmó un decreto que otorgaba a los británicos derechos de comercio interior, exenciones de aranceles de aduana y el derecho de mantener una guarnición. El resto, como dicen, es historia.
Según el profesor Rajesh Kochhar, científico emérito del Instituto Indio de Educación, Ciencia y Educación, en Chandigarh: “Esas exenciones dieron a los mercaderes ingleses ventajas comerciales no solo sobre otras compañías europeas sino también sobre los mercaderes indios. Lo que es más importante, las diversas órdenes oficiales otorgando concesiones comerciales dieron a los británicos una causa que defender, con la fuerza militar si era necesario.” ¿Suena familiar?
Retorno del Oriente
En la actualidad, el Oriente vuelve a levantarse. Los economistas se sorprenden ante el flujo sin precedentes de la manufactura, las finanzas y la riqueza hacia Oriente. Magid Igbaria, ex profesor de sistemas de información de administración en la Universidad de Tel Aviv, escribió en The Virtual Workplace: “Durante al menos los últimos 500 años de historia humana, la riqueza del mundo medida en capital humano y en bienes se concentró en Asia. Durante los últimos cinco siglos, la riqueza del mundo se ha concentrado en Occidente. Esta era se está acabando. Actualmente, las grandes concentraciones de capital humano, poder financiero, poder de manufactura, y poder de información se acumulan una vez más en Oriente.”
Por cierto, se predice que en 30 años India superará a EE.UU., a pesar de que actualmente tiene solo un catorceavo del tamaño de la economía de EE.UU. Es un ritmo increíble de acumulación de riqueza.
La pregunta es: ¿contemplarán simplemente EE.UU. y Europa como los sobrepasa el mundo? Al contrario, hay un esfuerzo concertado de una coalición dirigida por EE.UU. para detener esta tendencia. Las siguientes son algunos métodos que Occidente ensaya para permanecer arriba:
Instintos básicos: Actualmente la coalición dirigida por EE.UU. tiene más de 750 bases militares en todo el globo. A pesar de los inmensos costes, esta extensión del poder militar es esencial para su hegemonía. Un montón de nacionalidades europeas ha seguido a los militares estadounidenses en sus desventuras por todo el mundo. Ningún imperio de la historia ha intentado un control tan arrollador. En los días de Pliny, los imperios romano, indio y chino coexistieron en sus esferas de influencia y nunca intentaron desestabilizarse uno a otro. Eran los buenos tiempos.
Dividir para gobernar: Los estadounidenses destacan a India como importante potencia “regional” aliada con Occidente. Esto no solo es insultante para los indios (¿por qué iba a ser India solo una potencia regional?), también pone los pelos de punta a los chinos. Los comunistas en Pekín, por lo tanto, divulgan declaraciones automáticas que llaman a desmembrar India, lo que por su parte hace que India considere a China su enemigo natural. Sorprendentemente, en los últimos 2.500 años, China e India nunca tuvieron ni siquiera una escaramuza, hasta que llegaron los británicos y sembraron las semillas de problemas fronterizos.
Fantasma del clima: Después de contaminar el entorno durante más de un siglo, Occidente ahora quiere que India y China reduzcan emisiones. Es un intento apenas disfrazado de desacelerar esas economías en rápido crecimiento. El ministro de medio ambiente de India, Jairam Ramesh, ha dado media vuelta y ahora sus puntos de vista parecen alinearse con intereses occidentales, lo que llevó a que los negociadores clave de India se retiraran disgustados. Newsweek, el portavoz del Pentágono disfrazado de periodismo, quedó suficientemente contento con Ramesh para calificarlo de “la estrella mundial del rock del cambio climático”.
La jugada del dólar: ¿No te sentirías todopoderoso si obtuvieras una licencia para imprimir dólares estadounidenses en tu impresora? Mientras el resto del mundo tiene que trabajar duro para ganarse la vida, los estadounidenses simplemente imprimen dólares para pagar sus cuentas. ¿Necesitas unos pocos cientos de miles de millones de dólares para pagar la guerra en Iraq? ¿Quieres comprar petróleo venezolano? ¿Titanio ruso? No hay problema. La Casa de Moneda de EE.UU. tira de la palanca y los miles de millones de dólares comienzan a salir de las prensas. De hecho, en los últimos años incluso esa forma artesanal se ha eliminado, ahora billones (millones de millones) de dólares se generan electrónicamente en las cuentas de la Reserva Federal de EE.UU. Así de simple.
El comercio en dólares también trabaja de otra manera contra los intereses de los países no occidentales. Países como China y Rusia invierten sus ingresos en bonos del tesoro de EE.UU.; esos dólares son utilizados por los estadounidenses para mantener su supremacía militar global, construir armas cada vez más modernas y recompensar a sus aliados con dinero, armas y paraguas de seguridad.
Organización Mundial de Comercio (OMC): El primer ministro ruso Vladimir Putin la ha calificado de “arcaica, antidemocrática e inflexible” y dominada por un pequeño grupo de países desarrollados que se entregan al proteccionismo. Uno de sus objetivos es abrir los mercados agrícolas de Asia, incluida India. A propósito, India tiene la mayor cantidad de suicidios de agricultores del mundo.
Veto de la tecnología nuclear: El Undécimo Mandamiento: No adquirirás tecnología nuclear. Científicos nucleares indios y japoneses perfeccionaron el reactor reproductor rápido (que genera más combustible nuclear del que utiliza) para no tener que buscar nunca en el exterior el uranio difícil de conseguir. Sin embargo, es muy probable que bajo presión de EE.UU., ambas naciones hayan archivado sus tecnologías.
Contracción espacial: Las ambiciones espaciales de EE.UU. se han postergado en la actualidad debido a profundos recortes. India tiene la mayor cantidad (177) de satélites en el espacio. La NASA lo sabe; está considerando empresas conjuntas con la Organización de Investigación Espacial de India que tiene cohetes fiables y unos 20.000 ingenieros y científicos. Pocos saben que durante los años noventa India solicitó a los rusos un papel en la Estación Espacial Internacional, pero los estadounidenses se negaron. Ahora la NASA quiere viajar gratis en cohetes indios, y los políticos débiles de carácter de India se muestran felices de complacerlos.
Según el ex gobernante panameño general Manuel Noriega, quien ahora languidece en una prisión estadounidense a pesar de haber hecho durante décadas el trabajo sucio de la CIA, “si alguien está dispuesto a comprar un país, hay alguien dispuesto a venderlo”. Es preocupante para las naciones emergentes que haya en su medio numerosos colaboracionistas como Noriega dispuestos a sacrificar los intereses nacionales por unos cuantos millones de dólares en una cuenta en un banco suizo y tarjetas verdes para sus familias.
En la primera era del colonialismo, las dominantes naciones orientales de entonces abrieron sus economías y territorios a naciones occidentales comparativamente atrasadas durante varias décadas y terminaron siendo sus colonias. Bajo el disfraz de la globalización y del ‘libre’ comercio, el Colonialismo 2.0 podría imponerse de la misma manera.
Rakesh Krishnan Simha (en Global Research)
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