sábado, 21 de agosto de 2010

PINZA A BARCINA Y AVISO A NaBai

La buena sintonía política que mostraron ayer el PP de Navarra y CDN supone un movimiento político clave ante los comicios de 2011. No tanto porque estén más cerca o más lejos de llegar a un acuerdo para formar una coalición, sino porque evidencia la necesidad de la derecha de recuperar su idea de bloque electoral como garantía de éxito político y, en ese sentido, pone de nuevo en cuestión la decisión de UPN de romper esa alianza para satisfacer los intereses y los compromisos del PSOE en Madrid. Evidentemente, una aproximación entre PP -al que le avalan los buenos datos de las encuestas en Navarra-, y CDN tiene como objetivo estratégico intentar limitar las posibilidades de NaBai de ser la lista más votada en 2011 en Navarra, en Pamplona-Iruña y en buena parte de los ayuntamientos. Una posibilidad real si sus responsables no optan por suicidarse políticamente al estilo La vida de Bryan, y pendiente del coste o no que para el PSN tengan estos cuatro años más de colaboración con un Gobierno de UPN -con importantes déficits de gestión desde el punto de vista del interés general-, y la creciente pérdida de credibilidad social de Zapatero. Pero la irrupción mediática de PP y CDN tiene -además de reforzar la imagen social de un CDN en evidentes problemas de protagonismo y liderazgo-, también un objetivo táctico más inmediato: incidir en las crecientes contradicciones que la ruptura diseñada por Sanz para favorecer un acuerdo con el PSN está originando en buena parte del electorado de UPN, molesto, cuando no claramente opuesto, a sus apoyos a Zapatero, y en la incomodidad que esa realidad suscita en Barcina. Sabe que la división del bloque de derechas limita sus posibilidades de alcanzar la presidencia foral y PP y CDN le muestran las consecuencias que puede tener para su futuro político una pinza entre ellos por un lado y el PSN por otro, con NaBai en liza electoral y una IU en alza al rebufo del desgaste de Zapatero e incluso una izquierda abertzale oficial si el proceso abierto en Alsasua hace un año culmina con el cese definitivo y unilateral de la violencia de ETA. De paso, con intención o sin ella, PP y CDN recuerdan a los partidos de NaBai su responsabilidad con esa Navarra real que lograron representar en 2007. Y al PSN que si permanece apalancado en esa calma chicha institucional de la Navarra oficial -cada vez más alejado de la sociedad navarra-, en 2011 pasará otro tren electoral más de largo. Editorial del Diario de Noticias

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