Hace un año, los 400 cooperativistas de Fagor Ederlan Tafalla veían el futuro muy negro. Tanto que se acababan de recortar el sueldo un 6,3% para amortiguar las pérdidas de la empresa, que se disparaban por segundo año consecutivo. Y pugnaban porque los 230 asalariados aceptaran un recorte similar en ese y los años venideros, so pena de tener que despedir a la mitad de ellos.
Tan negros augurios, que pasaban por poner la veterana fundición de Tafalla a dos turnos en febrero, no se vieron confirmados. Al contrario. Desde enero sus clientes habituales volvieron a engordar la cartera de pedidos.
Así, la industria tafallesa llegó a las vacaciones de agosto con 100 eventuales en la factoría. El lunes, tras volver al trabajo, han vuelto a hacer recuento de pedidos. Y "parece que van a más" por lo que van a contratar más eventuales en breve. "Estamos concretando todavía las necesidades, pero, de 40 para arriba, seguro que son", afirmaba ayer el director de Recursos Humanos de la planta, Luis Urrutxi. De esta forma, la antigua Luzuriaga recuperaría este otoño los niveles de empleo eventual que tenía hace dos años, previos a la crisis.
Fagor emplea hoy a 650 personas, sin contar otros 200 prejubilados y jubilados parciales en nómina. Produce fundamentalmente bloques de motor para coches de la marca Renault, su mayor cliente. Pero también para las plantas de vehículos agrícolas de John Deere en Francia y México, y los vehículos industriales de Perkins a través de un intermediario: Linamar. Todos ellos han mejorado sus pedidos. Pero también, desde julio, la empresa tafallesa tiene un nuevo cliente: el nuevo Astra de Opel, para el que fabrica un bloque de motor de cuatro cilindros. El proyecto lo consiguió hace dos años y medio, pero el lanzamiento ha sido este verano y la producción, en Alemania, inicia su escalada en septiembre.
Agosto ha marcado también otro hito positivo. Los rectores de la cooperativa han cerrado la financiación para la nueva línea de moldeo, firmando un crédito sindicado de 30 millones de euros, la cantidad que les avaló el Gobierno de Navarra, con seis entidades financieras: las cajas Laboral, Rural y Navarra, así como los bancos Santander, BBVA y Vasconia, según fuentes de la cooperativa.
La inversión, sobre la que existían muchas dudas hace un año, es imprescindible para afianzar el futuro de la empresa. Además, permitirá realizar un pedido para camiones apalabrado con Iveco que, por dimensión, no cabe en las actuales instalaciones. La previsión es que la nueva nave esté operativa para octubre o noviembre de 2011. Además del crédito, los cooperativistas y el grupo Mondragón financiarán, a través de una ampliación de capital los 10 millones restantes. En concreto, los socios trabajadores aprobaron en mayo una aportación de 1.120.000 euros, a razón de 3.000 por socio.
Pilar Morrás, en Diario de Navarra
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