lunes, 30 de agosto de 2010

LA INVERSIÓN DE UPN EN EL AÑO XACOBEO TERMINA EN OTRO FIASCO

El proyecto estrella de la Consejería de Cultura de Nafarroa ha resultado un fracaso rotundo a tenor de los hosteleros de los pueblos del Camino de Santiago. El Xacobeo, más que animar a los peregrinos, ha acabado por espantarlos. Todo ello a pesar de que el consejero, Juan Ramón Corpas, ha hecho lo imposible por potenciarlo. El Camino de Santiago ha consumido 8,6 millones de euros, más del 10% del presupuesto conjunto de Turismo y Cultura. Pero los meses de junio, julio y agosto han resultado bajísimos y eso resulta fatal para los negocios que dependen de los peregrinos, ya que muchos de ellos echarán el cierre a finales de setiembre. Y es que, según comentan desde Gares, "no merece la pena tenerlo abierto en invierno".

"Lo de este año ha sido descorazonador, hay un 30% menos de peregrinos que un año normal", explica Maribel Roncal, que regenta un albergue familiar en Zizur Txikia. Según explica Roncal, los meses de junio, julio y agosto "deberían haber sido los fuertes", pero, como para la gran mayoría de alberguistas, durante este Año Xacobeo los días de lleno han sido los menos. "Como han dicho que iba a venir tantísima gente, muchos no se han atrevido y esto está más vacío que nunca, porque los peregrinos están amontonados en Galicia".

Precisamente es Nafarroa, después de Galicia, la comunidad que ha hecho una apuesta más fuerte por el Xacobeo. El Gobierno de UPN ha destinado 8,6 millones de euros al Camino y Galicia, 42. Aunque estas cifras parezcan alejadas, según el ratio por habitante no lo es tanto. Mientras que cada gallego ha invertido en el Xacobeo 2010 quince euros redondos, los navarros han aportado 13,65 euros por cabeza. Sin embargo, hay una gran diferencia entre ambas comunidades.

En Galicia, la consejera de Hacienda explicó que esperaban ganar 200 millones de euros gracias a esta inversión, pero en Nafarroa aún está por ver qué previsión de ganancias se había barajado.

Los hosteleros navarros desconfían mucho de las cifras oficiales de peregrinos. "Esto va mucho más flojo que otros años. Sí que llega gente a Orreaga, los traen en autobuses y compran la tarjeta y la sellan, pero eso no implica que luego realmente se trate de peregrinos. A los curas no se les puede creer nada, porque hacen caja". Así de tajante se muestra Ignacio Arrieta, del restaurante Gau Txori, de Zubiri, la primera parada del Camino para los que arrancan en Orreaga. "En el pueblo habrá como unas 200 plazas para que duerman peregrinos. En el albergue Zaldiko, normalmente llenaban en dos horas, y este año, en cambio, se quedan hasta la noche y muchos de los días quedan camas libres", comenta el hostelero.

Los religiosos del albergue de la Trinidad de Arre, sí que hablan claro. "Este año hay muy poca gente, porque las empresas organizadas se llevan a los peregrinos. En lo que vamos de año, han llegado entre unas 300 ó 400 personas menos", dice este fraile, que asegura que no han llegado a las 3.000 pernoctaciones, cuando un año normal por estas fechas ya superaban con creces esta cifra.

"Faltan sobre todo alemanes y franceses y, como todos los años, a partir de ahora ya va a ir bajando el número de personas", subraya con pesar.

"No sé la razón por la que este año va tan bajo. Creo que hay menos peregrinos en el Camino en general, no solamente aquí", sostiene José Luis Carrillero, que es copropietario de un albergue para cien personas en Gares.

"La gente no lo aprecia, porque siempre hay peregrinos. Pero es como un campo de fútbol. Si van 20.000 personas se ve que hay mucha gente, pero si la capacidad del estadio es de 50.000, entonces tenemos un problema". Pero Carrillero, como los demás hosteleros del Camino, tiene una especial sensibilidad para notar las subidas y bajadas en el número de peregrinos: "¿Que si nosotros nos damos cuenta de más o menos gente? Yo tengo un préstamo y hago cálculos, ¡vaya que sí sé cuántos faltan!".

De las cien plazas con que cuenta el establecimiento, explica que está llenando estos días entre 25 y 50 camas, una cifra que para el mes de agosto "es muy, muy justa".

Los hosteleros del Camino no utilizan la socorrida excusa de "la crisis" para justificar el bajón. Muchos son los que atacan directamente a la campaña publicitaria que han lanzado desde el Gobierno. Tienen una buena fuente, ya que se lo han contado los propios peregrinos. "Nos dijeron que íbamos a llenar tantísimo que luego te desilusionas. Es que esos mensajes han resultado ser contraproducentes. Muchos de los peregrinos se pensaron mucho el hacer el Camino este año, porque temían encontrarlo masificado y no tener sitio en los albergues, eso es lo que a mí me han contado ellos". Así se expresa Mari Carmen Roldán, trabajadora del establecimiento de peregrinos del concejo de Esteribar.

También le vendieron que este año el Xacobeo iba a ser la "gallina de los huevos de oro" al albergue que regenta la asociación de discapacitados síquicos Anfas en Lizarra, como se desprende del testimonio de uno de los voluntarios que trabajan allí, José Ramón Mintegi: "Nunca abrimos en mayo, pero en esta ocasión sí lo hicimos. Nuestro objetivo era colaborar, que los peregrinos no se quedaran sin un sitio. Pero éste es el quinto año que soy voluntario aquí y, sin duda, el peor. Normalmente te sale una media de 20 personas por día en agosto y ahora hablamos de una media de cinco. Desde luego, no se han cumplido las expectativas".

El annus horribilis para los alberguistas se agrava si nos vamos de la ruta principal (el llamado Camino Francés) a otra con menos tirada, la aragonesa. En Jaca arranca otro de los ramales principales de la ruta xacobea y cruza Nafarroa a través de Zangoza y Monreal. Al recién abierto albergue de Tiebas le han comentado que el bajón de peregrinos ha sido del 60%, mientras que en Izko Sarai Bizkai explica que "se nota muchísimo. Igual decir la mitad sea exagerado, pero creo que lo dejaría en un 40% menos".

Mientras en Nafarroa el balance es bajísimo, en Santiago de Compostela sí se baten récords históricos según los datos oficiales. Se afirma que se han repartido ya 180.809 certificaciones de llegada de peregrinos, más conocidas como "compostelas".
Aritz Intxusta, en GARA

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