LA CAJA REGALA ROLEX

Caja Navarra obsequió el pasado mes de junio a cinco cargos políticos que dejaban sus órganos de gobierno con cinco relojes de lujo cuyo valor total se estima en unos 16.000 euros. Los beneficiarios del regalo fueron el presidente del Gobierno, Miguel Sanz, la presidenta de UPN y alcaldesa de Pamplona, Yolanda Barcina, el vicepresidente y consejero de Economía del Gobierno foral, Álvaro Miranda, el secretario general del PSN, Roberto Jiménez, y el secretario general de UPN, Carlos García Adanero.
Barcina, Jiménez y Adanero devolvieron el obsequio a Caja Navarra varias semanas después, a principios del mes de agosto.
Tanto la existencia de estos obsequios, como la diferente actitud de los receptores de los mismos, unos han optado por devolverlo y otros no, han provocado una polémica política subterránea alrededor del regalo de la CAN.

Cambios en los estatutos
El pasado mes de junio, Caja Navarra celebró las últimas reuniones de sus órganos de Gobierno constituidos de acuerdo con sus antiguos estatutos. El presidente del Gobierno, Miguel Sanz, se sentó por última vez en el consejo de administración como presidente de la entidad; la presidenta de UPN, Yolanda Barcina, encabezó su última sesión de la comisión de Control que presidía; el socialista Jiménez y el regionalista Miranda asistieron a su última reunión como miembros del consejo de administración, y García Adanero a la última como miembro de la comisión de control. La entrada en vigor de los nuevos estatutos de Caja Navarra hacía desaparecer a estos políticos de los órganos de gobierno de la entidad. Los cinco pasaron a formar parte de un nueva Junta de Entidades Fundadoras.

Caja Navarra decidió dar una especial importancia al relevo en sus órganos de Gobierno y, a iniciativa de varios de sus componentes, organizó una cena de despedida que se celebró en la sede de la entidad en Aranzadi (Viálogos). Al acto acudieron los miembros del antiguo consejo de administración y los de la comisión de control salientes, así como los del Patronato de la Fundación de Caja Navarra. Los nuevos presidentes del Consejo de Administración y de la Comisión de Control entregóaron personalmente los relojes a los cinco políticos que dejaban los órganos de gobierno. Un gesto con el que Caja Navarra quiso agradecerles su trabajo como consejeros durante años en la entidad.
Fuentes de Caja Navarra señalaban ayer que cuando se plantearon realizar un regalo a los consejeros salientes tomaron como ejemplo el reloj que la entidad obsequia a sus empleados al cumplir los 25 años de trabajo, con un valor aproximado de unos 2.500 euros. Todos aceptaron el regalo con normalidad en la cena.

Los regalos
Miguel Sanz recibió un reloj de la marca suiza Franck Müller, una firma de lujo cuyo modelo más básico en acero está valorado en 4.000 euros. Yolanda Barcina recibió un reloj de la misma marca, si bien en un modelo de la colección femenina, cuyo precio de venta al público ronda también los 4.000 euros. Roberto Jiménez recibió un reloj de la marca IWC, firma suiza que elabora relojes de apariencia más deportiva que los Müller, valorado en unos 3.000 euros. Por su parte, tanto Álvaro Miranda como Carlos García Adanero recibieron sendos Rolex en acero, el modelo más básico de la colección, cuyo precio está estimado en 2.500 euros.
A principios del mes de agosto, los máximos responsables de Caja Navarra recibieron devuelto el reloj que habían entregado a Yolanda Barcina. Según las fuentes consultadas, Enrique Goñi se puso en contacto con la presidenta de UPN para conocer las razones de la devolución del regalo y para explicarle que es norma de Caja Navarra obsequiar a sus empleados que han cumplido 25 años de trabajo con un reloj.

Barcina aceptó las explicaciones de Goñi, pero rechazó quedarse con el reloj. Por las mismas fechas llegaba al despacho del secretario de la Caja el reloj de Roberto Jiménez. También Enrique Goñi se puso en contacto con el socialista, que agradeció el obsequio pero insistió en devolverlo. Unos días más tarde se recibió también el Rolex de García Adanero, que también prefirió no quedarse con él. Aunque no han dado explicaciones sobre sus motivos, algunas fuentes barajan que haya pesado en su ánimo la posible repercusión negativa en la opinión pública de conocerse el regalo.
Por su parte, tanto Sanz, como Miranda, no se han pleanteado devolver el reloj. Algunas fuentes estiman que estos consejeros ven en los obsequios únicamente un regalo por sus años de vinculación con la caja de modo similar a lo que ocurre con los empleados o en otras empresas.

(Diario de Navarra)