Siguiendo con el tono populista y visceral que usted utiliza, podría decirle que me considero tan navarro como usted, o incluso un poquito más; ya que además de residir en Navarra, aquí he nacido y me he criado. Sin embargo, me considero totalmente antitaurino, por lo que supongo que soy navarro de segunda categoría para usted. Pero le daré un argumento mucho más sensato y racional: soy antitaurino independientemente de mis consideraciones territoriales, porque ser contrario a las corridas de toros no tiene ninguna relación con la identidad nacional, sino que es consecuencia de una creencia en el respeto a la dignidad animal y en el rechazo a costumbres que exaltan de la violencia absurda e innecesaria hacia los toros.
Ya está bien de utilizar este trágala: si quieres ser un buen navarro has de aceptar sus costumbres taurinas, su iglesia Católica, su españolidad, etcétera. ¿No era Navarra una tierra de diversidad?
Me parece más interesante debatir con naturalidad y sosiego sobre esos asuntos en lo que Navarra es heterogénea y que establezcan los criterios mayoritarios (respetando siempre las posiciones minoritarias), que determinar una guía de las Características del Buen Navarro con las que todos debemos comulgar. Una última cosa; si tan partidaria es usted de mantener las tradiciones sanfermineras, ¿qué pasa con el Riau riau?.
Patxi Repáraz Pérez (Diario de Noticias)
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