No es lo peor que la “restauración” de un cuadro religioso perpetrada por una
anciana de la localidad zaragozana de Borja esté dando la vuelta al mundo para
nuestro escarnio, el grave problema es que se le dé carácter de símbolo de lo
que Rajoy y su equipo están haciendo con España. Desde la Armada Invencible este
país es pionero en chapuzas pero pasan los siglos y la tendencia se
mantiene.
La elección de la octogenaria aragonesa no es baladí. “Ecce homo”: He aquí
el hombre. Fue la frase con la que Poncio Pilatos, el gobernador romano de
Judea, se lavó las manos al entregar a Jesús de Nazaret al populacho. Torturado,
flagelado, con corona de espinas insertada en las sienes, venía ya el pobre
“hecho un Cristo”. Siglos de Historia del Arte lo han recogido.
Partimos pues de una alegoría de algo ya maltrecho, y se deja en manos de
incompetentes su restauración. Graves errores de bulto del pasado (lejano y
cercano) afloran cada día y el retrato de España es una purita herrumbre.
Entonces enviamos a De Guindos, Montoro, Soria, Báñez, al propio Rajoy, la
vicepresidenta Sáenz de Santamaría y el resto de la troupe a darle unos
brochazos y queda una caricatura descarnada: rescate, recesión, recortes
insostenibles, subidas de precios inasumibles. Ana Mato nos ha dejado la sanidad
acribillada. Wert tiene la educación tal que en una regresión al franquismo.
Cospedal o Aguirre o Botella… aparecen para dejar los servicios públicos como
malas copias de las pinturas negras de Goya. No se puede hacer peor si no es con
estrabismo o muy mala leche.
Las gentes serias de fuera empezarán a relacionar conceptos (eso que aquí
tanto cuesta). Tirarán de hemerotecas antiguas y recientes. Las muchas mentiras,
sí, pero también las gloriosas declaraciones con la que nos surten a diario los
“restauradores” de la patria. Gallardón y la “mujer auténtica” (madre a la
fuerza). Ana Mato alabando las virtudes de los remedios naturales para las
dolencias a ver a quién engaña para que no gaste un euro de su presupuesto.
Soria, ministro de turismo entre otras cosas, pidiendo que los españoles
veraneen en España porque fuera “hay 40º y mosquitos” en un verano con olas de
calor consecutivas. O penalizando las energías renovables. Wert calculando que
si los juegos olímpicos duraran una semana más España obtendría muchas más
medallas ¿en ausencia de contrarios? O Rajoy que en cuanto entra en levitación
encuentra todo “tan bonito”. ¿Alguien cuerdo puede digerir esto sin que le dé un
espasmo?
Y luego el aborto perseguido con cárcel, las protestas ciudadanas
penalizadas, racismo, xenofobia, los Códices Calixtinos, los toros, Gibraltar,
las plegarias de gobernantes a las vírgenes varias para que solucionen la crisis
¿La Armada Invencible otra vez? ¿Las Cruzadas? Por desgracia, en eso ya estamos.
Brochazo tras brochazo, nos están dejando España hecha un “Ecce Homo” y va a ser
difícil encontrar restauradores que reparen tanto desatino. Y está claro que
esta pintura no la compra ya nadie con un mínimo de criterio. Por mucho que la
vistan de seda los políticos y los medios locales.
Rosa María Artal, en Zona Crítica
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