Operarios de una empresa especializada han colocado este miércoles la gran
carpa que cubre en fiestas la Plaza de Olite/Erriberri y que había levantado
dudas en el propio Ayuntamiento sobre la seguridad de su anclaje y alimentado
desde hace tiempo la polémica con algunos vecinos que denuncian que no se acoge
a la legislación.
La instalación de la carpa
ha estado en el aire hasta hace poco. El alcalde, Francisco Legaz (UPN), apuntó
en marzo que podría desaparecer porque no contaba con todas las garantías de
seguridad al estar las vigas sujetas superficialmente al adoquinado. La obra de
adaptación era costosa y el Ayuntamiento consideraba que no era momento de
hacer grandes inversiones. “No vamos a jugárnosla con la seguridad”, declaró
entonces Legaz a Diario de Navarra.
El despliegue de la carpa,
cuyas sujeciones y contrapesos han sido en alguna medida reforzados, tampoco cuenta con el beneplácito de algunos
vecinos de la Plaza, que, aseguran, no se oponen a se coloque pero reclaman que
se atenga a lo establecido en la ley.
Los damnificados acudieron
la pasada legislatura al Defensor del Pueblo, que recomendó al Ayuntamiento que
se ciñera a las normas de respeto de luces y espacios que establecen, según los
perjudicados, que la carpa tiene que colocarse a 3,5 metros de la fachada de
sus casas y no prácticamente pegada como hasta ahora. Los informes del Defensor
no vinculan necesariamente a los consistorios, aunque éstos suelen acatarlos.
La enorme carpa que se pone desde la legislatura pasada poco antes de las
fiestas patronales costó al anterior Ayuntamiento aproximadamente 85.000 €. Cada
vez que se levanta y desinstala después de septiembre, el consistorio
desembolsa entre 3.000 y 5.000 € a la empresa encargada de colocarla. Según
algunas fuentes, el Ayuntamiento intentó este año deshacerse de la polémica
carpa, pero no le compensó el bajo precio ofertado por la recompra.
El Olitense
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