sábado, 27 de agosto de 2011

ARALAR, ¿VOLVER AL ORIGEN?

Los resultados de las últimas elecciones han colocado a Aralar en una situación difícil. Es, a mi entender, una situación injusta con un partido político que ha aportado muchas cosas positivas en sus menos de 10 años de vida y que tiene mucho que ver en los pasos dados por Batasuna en los últimos tiempos. Sin embargo, como alguien me dijo una vez, la política no suele ser justa con sus protagonistas ni acostumbra conceder la razón a quien la tiene.

Batasuna ha jugado muy bien sus cartas y ha aprovechado una vaga promesa de paz junto a un discurso victimista para conseguir una vez más que una parte importante de la ciudadanía de este país (más en la CAV que en Navarra) volviera a confiar en ellos y sienta una cierta borrachera con el triunfalismo que transmiten (como si hubieran llegado a la meta y no a la línea de salida). Ante esta situación, a Aralar le quedan dos alternativas.

La primera de ellas supone, en realidad, echarse en brazos de Batasuna. Esta es, al parecer, la postura defendida mayoritariamente por los dirigentes de Aralar. La decisión se basaría, en realidad, en la prevalencia de la CAV en la toma de decisiones políticas del partido y sacrificaría, una vez más (como antes lo hicieron otras formaciones políticas) a Navarra y al abertzalismo navarro. A cambio de un pequeño espacio en esa Izquierda Abertzale dirigida por los de siempre (un espacio demasiado pequeño como para ser digno siquiera), Batasuna ha exigido a Aralar, como antes lo hiciera con EA, dinamitar NaBai.

En mi opinión, es más que evidente que si Aralar decide ir con Bildu quedará a los pies de los caballos, sin la ayuda de nadie y totalmente expuesto al momento en que Batasuna decida dar la puntilla final a su gran enemigo, una vez lo haya laminado y exprimido definitivamente y ya no le sea útil. La división de la militancia al respecto debe ser importante cuando la Ejecutiva de Aralar de Navarra, en una actitud sectaria más propia de Batasuna que de un partido democrático, una semana antes de celebrarse la Asamblea ha aparecido en prensa con un comunicado en el que se adelanta y arrebata a la militancia la decisión sobre estrategias y pactos electorales. Dando por rota NaBai, la Ejecutiva de Aralar de Navarra (no su militancia, sino su Ejecutiva) habla de buscar “otras fórmulas de colaboración con Bildu para comparecer de forma conjunta” y no parece que contemple la posibilidad de comparecer a las elecciones generales en Navarra como NaBai, sin Bildu, ni parece que vayan a preguntar a la militancia a este respecto.

La segunda alternativa a la que me refería es volver al origen, regresar a una situación que ya se dio en el nacimiento de Aralar, con una importante implantación en Navarra y escasa en la CAV. Esta decisión sería coherente con los principios que impulsaron Aralar (y que nos sedujeron a muchos), con el respeto a la especificidad y la voz de Navarra (que nunca se dará en Batasuna, como queda claro en la última entrevista realizada a Txelui Moreno el grupo Noticias) y con la necesidad de una nueva cultura política que cambie de verdad, y no con un mero maquillaje de conveniencia, la Izquierda Abertzale. Aralar puede seguir jugando un papel importante en NaBai siempre y cuando no decida abandonar ese espacio para regresar a un lugar al que, en realidad, ya no pertenece, olvidando y despreciando, además, el dolor que Batasuna ha provocado en tantos y tantos aralarkides durante los últimos años.

Como dice Macaco, “volver al origen no es retroceder, quizás sea andar hacia el saber”.

Abarria, en Erreniega

1 comentario:

pedro dijo...

Ez dut uste guztiz zuzena denik analisia. Gauza asko aldatu dira Batasunan eta beste asko, astiroago bada ere, aldatzen ari dira. Oraindik pisua dute sektakeriak eta prepotentziak baina funtsezko jokamolde batzuk aldatzen doaz. Kontesto horretan erabat logikoa da Aralarrek eta Abertzaleen Batasunak konfluitzea Bildurekin.
Azken batean, ba al dago beste biderik ezker indartsu bat osatzeko?