A pesar de que han transcurrido 70 años del final trágico de la Guerra Civil, con centenares de miles de refugiados huyendo hacia Francia, una historia muy personal ilustra, por ejemplo, el paso del tiempo. Se ha sabido que una familia que vive cerca de Perpignan ha devuelto ahora un maletín que un exiliado español perdió en marzo 1939...Resulta que Miguel Prieto, llegando a la frontera francesa, fue arrestado como miles de los que hasta allí acudían diariamente. En la estación de Perpignan extravió lo poco que llevaba en una maleta. Un empleado de la SNCF, Adrien Grau, la encontró e intentó devolverla a su propietario en varios campos de refugiados, pero no tuvo éxito.Después, la trampa del tiempo se cebó con la Segunda Guerra Mundial que afectó a Francia solo meses más tarde. Sin embargo, nunca Adrien abandonó la búsqueda de aquel refugiado español. Muchos años después, una mudanza de domicilio, la hija del empleado y la ayuda de un concejal francés e internet dieron con los descendientes de Miguel Prieto, instalados ya en México. Podían, por fin, recuperar la memoria de su padre y de su familia.En Francia, durante décadas, la historia oficial ha ocultado la responsabilidad gala en el conflicto español, en particular la no intervención del gobierno del Front Populaire (salvo del Ministro Cot que entregó clandestinamente aviones de combate al ejercito de aire legal), el tratamiento a los refugiados y el papel decisivo de combatientes españoles en la resistencia a la ocupación nazi (liberación de Toulouse y París).Desde los años noventa, esta parte de la historia oculta y no oficial es más visible gracias al trabajo y obstinación de historiados y asociaciones. Este interesante asunto aborda la nueva revista Pyrénées Histoire (de la edición Milan en Toulouse- www.pyreneesmagazine.com) en un número especial «Guerra de España, la República en el corazón ». Son doce artículos que combinan análisis, entrevistas y fotografías. Alguno de ellos merece la pena ser reseñados:-“El conflicto en los Pirineos”: Aborda el contrabando de armas y personas, episodios dramáticos como la caída de la «Bolsa de Bielsa» cuando más de 8.000 soldados de la 43ª división resistieron a las tropas franquistas de marzo a junio 1938 (ref.: documentario “Bolsa de Bielsa, el Puerto de Hielo” de Maite Cortina, www.logi-libros.com) hasta la huida masiva de refugiados a través de alta montaña y en pleno invierno.- “Represión en Euskadi y Navarra” (ilustrado con una foto del monumento a los fusilados navarros en Sartaguda, descrita como la «ciudad de las viudas»). Destaca que los asesinos en Navarra, desde el primer día del golpe y a sangre fría, sumaron en total más víctimas (aproximadamente 3.000) que en las provincias vascas. Subraya que debajo de las murallas de Pamplona los fusilamientos diarios tenían «espectadores» y que se hacían comentarios similares a los de una «corrida» de toros: “ese rubio, ¡qué coraje!”, “Este otro, parecía a un miura".- «Campos de la vergüenza» relata como la masa de refugiados españoles, que supero el medio millón y en la gran mayoría eran civiles (http://www.museuexili.cat/, http://www.camidelallibertat.cat/), acabaron internados en «campos de concentración» (como eran designados por las mismas autoridades francesas). Los refugiados permanecieron encerrados en condiciones espantosas en media docena de campos, como el de la playa de Argeles (cerca de Perpignan), donde había hasta 100.000 personas en un rectángulo de 550 metros por 260, causando numerosas muertes. Muchos de los que intentaron huir fueron abatidos por los gendarmes. Sin derechos, los republicanos derrotados pasaron largos meses antes de poder emigrar a Suramérica o quedarse en Francia, en particular en Toulouse (“la capital de la República Española”). Otros fueron entregados a los nazis por el gobierno colaboracionista de Vichy y trasladados a los “campos de la muerte”. El poeta Antonio Machado murió en un hotel de Collioure y el buzón que hay en su tumba todavía recibe cada año cerca de 300 cartas. Casi todos los campos en Francia fueron eliminados para levantar zonas turísticas y sólo queda un pabellón del campo de Rivesaltes, con un memorial parecido al que hay en el de Gurs, en los Pirineos centrales (cerca de Oloron St Marie-www.campgurs.org).Además de la historia sumergida y reaparecida, opino que sería importante poner en imágenes, en películas de cine, estos relatos basados en pedazos de la historia todavía por descubrir. Sobre un episodio similar y poco conocido de la liberación de Francia del yugo nazi, de la participación masiva de soldados africanos en el Ejército francés se estrenó, por ejemplo, en 2007 la película «Indigènes», que ganó varios premios. Sacar a la luz este mensaje, colectivo e individual, sería un homenaje a los supervivientes del drama republicano español y una saludable lección de paz para las generaciones actuales y futuras.
Emmanuel Bergassé, vecino de Uxue
domingo, 10 de mayo de 2009
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