No todos los fondos que España destina a cooperación en países en desarrollo se emplean en desarrollar. Algunos se utilizan para seguir subdesarrollando y, lo que es peor, financian actividades que consideramos inmorales. El centro de detención de inmigrantes de Nouadhibou, en Mauritania, forma parte de esas inmoralidades que gobiernos democráticos como el español fomentan en el Tercer Mundo, en plan colonialista, para librarse del estigmático y poco electoral problema de la inmigración.
La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) ha pedido al Gobierno español que cierre ese pequeño Guantánamo, entre otros motivos porque ni fue abierto "sobre base legal alguna ni reúne condiciones" para la acogida de personas.El Guantanamito, como lo denominó Amnistía Internacional el año pasado, es una especie de centro de paso al que son enviados los inmigrantes expulsados de Canarias y en el que permanecen mientras no se les "endosa" a otro país, no importa que no sea el suyo.
En un informe elaborado por encargo, curiosamente, del Ministerio de Asuntos Exteriores de España, la CEAR asegura que quienes son enviados allí viven en condiciones de hacinamiento extremo en las celdas habilitadas, viejas aulas de ventanas selladas y con ventilación insuficiente. En sus 40 metros cuadrados acogen entre 15 y 17 literas desnudas, en las que los detenidos permanecen 24 horas al día porque no se les permite realizar más actividad que caminar los 60 metros que les separan de las letrinas. (Ver informe completo).
Está muy bien reclamar y defender derechos en el propio país y en los ajenos, pero España debería controlar lo que se gestiona con "su" dinero, con nuestro dinero, allí donde, precisamente, tanto su legislación como la comunitaria no son, siquiera, ni papel mojado.
migramundo.blogspot.com
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