Presenciamos aturdidos los últimos acontecimientos que vienen sucediendo en Aralar, un partido que poco tiene que ver con aquel que promulgaba una nueva forma de hacer política, basada en el respeto y en el pragmatismo político; que defendía los distintos ámbitos de decisión; y que había hecho de la defensa de los derechos humanos en cualquier circunstancia su carta de presentación ante la sociedad.
La votación para la creación de la ponencia de paz y convivencia ha generado una respuesta virulenta por parte de la ejecutiva nacional, quien ha actuado con precipitación y desproporción, exigiendo los cargos antes incluso de iniciar un expediente disciplinario, y acudiendo a los medios de comunicación antes que a los propios parlamentarios. Lanzando acusaciones graves sin concreción, como cuando Zabaleta decía recientemente "que había otros precedentes" que habían motivado su respuesta, y sin embargo no explicita cuáles. En su arrebato desatado, han llegado incluso a la descalificación personal de personas que han hecho una aportación imprescindible en la trayectoria de Aralar y han tenido un recorrido intachable, lo que ha generado indignación en una parte importante de los simpatizantes de Aralar.
La virulencia se puede deber precisamente a la falta de argumentos de contenido político. Han considerado un "retroceso" para Aralar el que tres de sus cuatro parlamentarios promovieran y votaran a favor de la citada ponencia, pero no dicen por qué. Resulta muy difícil argumentar que la apertura de un espacio incluyente para el diálogo puede considerarse un retroceso, y mucho menos para Aralar. De hecho, la iniciativa para impulsar esta ponencia es un ejercicio que refleja a la perfección lo que ha sido la trayectoria de Aralar: la combinación de un postulado ideológico (los conflictos se resuelven a través del diálogo entre todos) con el pragmatismo político (buscar la posibilidad de llevar a la práctica en cada momento el ideario político).
Causa perplejidad la razón que está esgrimiendo la ejecutiva actual de Aralar cuando dice que en esta ponencia no estarán en igualdad de condiciones los representantes de Batasuna. Exigían incluir en el texto las palabras "sin exclusiones" en lugar de "ponencia abierta a todos", ¡cómo si la inclusión de estas dos palabras posibilitara la participación de Batasuna en la ponencia como titulares! Desde el inicio Aralar era consciente de que los que hoy no se sientan en el Parlamento no iban a poder ser titulares, pero sí iban a poder participar, como finalmente se ha acordado. Y sabiendo eso se presentó la moción inicial, y por ese mismo razonamiento la votaron sus promotores. Porque todos estaban de acuerdo en que la alternativa de "no hacer nada" no era una alternativa. ¿Se está Aralar autoenmendando su propuesta inicial, defendida por los tres parlamentarios, e incluso por el propio Dani Maeztu en numerosas entrevistas? ¿O es que ha habido factores externos que nos han hecho cambiar?
No podemos compartir una postura maximalista, similar a la que ocho años atrás reclamaba Batasuna en los ayuntamientos, exigiendo la participación "en igualdad de condiciones", especialmente en aquellos municipios donde gobernaba Aralar.
Tampoco es admisible que Aralar presente su actuación como una actuación coherente. Cuando siempre hemos participado en las instituciones con absoluta normalidad, a pesar de que no estaban todos; cuando incluso, en el Parlamento de Navarra Patxi Zabaleta presentó un nuevo Estatuto para Navarra en una ponencia de autogobierno, a pesar de que no estaban todos; cuando hemos propuesto y llevado adelante ponencias relacionadas con las consecuencias de la violencia, como el de las víctimas policiales, sin que ni EA, ni Batasuna, ni Aralar hayan dicho nada en relación a la ausencia de un sector político directamente afectado.
La novedad en este caso es que, además de seguir funcionando con normalidad, se ha abierto por primera vez una ponencia parlamentaria a los que no están representados en el Parlamento. La segunda novedad es que, muy lejos de su enmienda inicial, el PP ha votado por primera vez a favor de dialogar con los que no están en el Parlamento. Con sus reservas, sí, claro, sigue siendo el PP, pero han dado un paso en la buena dirección. Y es así como se van a tener que hacer las cosas a partir de ahora también, paso a paso.
Por tanto, retroceso en ningún caso. Avance, que dependerá de la actitud que cada actor político adopte. Si algunos se centran en obstruir en vez de impulsar, serán ellos los que tengan que dar cuenta de por qué se impide o por qué se niegan al diálogo cuando hay oportunidades para ello. Esta es la posición coherente de los tres parlamentarios de Aralar, la que ha defendido desde sus orígenes, y es esta forma de hacer las cosas la que han votado los votantes de Aralar que hoy sustentan a cuatro parlamentarios en el Parlamento Vasco, el mejor resultado electoral nunca obtenido por Aralar en la CAV.
Por tanto, no son los tres parlamentarios quienes no están actuando de forma coherente. En cambio, actuaciones de la actual ejecutiva muestran una clara falta de coherencia, como decir y hacer una cosa en mayo de 2011, y la contraria en noviembre de ese mismo año; presentarse con NaBai a las elecciones municipales y forales, y siendo miembro electo de esta coalición, votar con Bildu unos presupuestos municipales, dejando de lado el compromiso programático y a los compañeros de coalición. No es coherente que se haya trabajado durante ocho años con total normalidad en el Parlamento de Navarra mientras Batasuna ha estado ilegalizada y no dejar hacerlo en el Parlamento Vasco, etc.
Aralar sigue sin ver lo que sus propios votantes han dicho ante esta coalición: en Navarra Amaiur sumó 6.000 votos más que Bildu; En la CAV, 11.000 más. El resto de los votantes de Aralar, la mayoría, ha dicho claramente que no es esta su opción.
Los discursos que se centran en decir "yo soy el coherente" sin siquiera mirar qué le están diciendo los propios votantes, no responden a la realidad, sino a la necesidad de justificar un giro de 180 grados, que no lo entendemos muchos militantes, y desde luego, no lo ha entendido la mayoría de los votantes de Aralar.
Jon Abril y Mikel Zurbano, ex-miembros de la Ejecutiva Nacional de Aralar
1 comentario:
Botoen kontaketa hori ez da oso zuzena: Batasunako gogorren artean ezagutrzen dut abstenitu ziren hainbat, hau da, Bildu bota zuten guztien ez zuten Amaiur bozkatu.
Bestalde, zelan utzi aipatu barik Batasunak azken 2 urteotan egin duen autokritika? Eta erakundeak betiko gorde dituela burdinak? Analisitik kanpo uztea bi datu horiek ez da ulertzen.
Amaitzeko, ABn ere eman da eztabaida gogorra baina gutxiengo posizioan geratu direnak ez dute alde alderditik. Enfin, pena bat.
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