Los representantes de la llamada troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional) acaban de reconocer ante el Parlamento Europeo que el objetivo de las políticas aplicadas en Grecia no es otro que rebajar salarios y pensiones al nivel de Bulgaria, a 150 euros al mes.
Fue el pasado martes, 27 de marzo, durante la sesión ordinaria de las comisiones de Economía y Empleo del Parlamento Europeo. El eurodiputado del partido griego de izquierdas Syriza, Nikos Hountis, preguntó a Olli Rehn, Poul Thomsen y Joerg Asmussen si la intención de la troika es rebajar los salarios griegos al nivel de Bulgaria o Rumanía, a unos 120 ó 200 euros al mes. Los tres respondieron que Grecia necesita más devaluación interna. Lo que a efectos prácticos significa un "sí".
La noticia, ampliamente recogida por los medios griegos de todo color, apenas ha trascendido en otros idiomas europeos. "Tendrán vergüenza de que se difunda, probablemente haya sido censurada", consideran desde Grecia.
"Tras esta declaración oficial, no hay duda sobre la evolución de los acontecimientos, porque estos salarios "búlgaros" muy pronto serán combinados en Grecia con un coste de la vida francés o alemán". "Tenemos que movilizarnos, urge más de lo que pensamos", afirma Yorgos Mitralias, activista griego miembro fundador del Comité Griego contra la Deuda, que insiste en llamar a un movimiento de masa europeo de solidaridad con el pueblo griego y de resistencia activa contra las políticas de austeridad.
Cuando los ministros europeos de Finanzas se reunieron el pasado mes de febrero para acordar el segundo rescate a Grecia, firmaron una declaración en la que mostraban su satisfacción por que los líderes de los dos partidos de la coalición griega se habían comprometido a hacer cumplir el programa de austeridad impuesto más allá de las próximas elecciones generales griegas.
Aunque bastante silenciadas, las encuestas de las elecciones griegas, previstas para el próximo mes de mayo, revelan más de una sorpresa: un fuerte golpe al bipartidismo de los conservadores de Nueva Democracia y los socialistas del PASOK, que tendrían complicado formar una mayoría de gobierno y un importante avance de los partidos contrarios a la austeridad. ¿Qué pasaría si de las urnas griegas saliera una mayoría anti rescate?
F.Fafatale (en Diagonal)
Fue el pasado martes, 27 de marzo, durante la sesión ordinaria de las comisiones de Economía y Empleo del Parlamento Europeo. El eurodiputado del partido griego de izquierdas Syriza, Nikos Hountis, preguntó a Olli Rehn, Poul Thomsen y Joerg Asmussen si la intención de la troika es rebajar los salarios griegos al nivel de Bulgaria o Rumanía, a unos 120 ó 200 euros al mes. Los tres respondieron que Grecia necesita más devaluación interna. Lo que a efectos prácticos significa un "sí".
La noticia, ampliamente recogida por los medios griegos de todo color, apenas ha trascendido en otros idiomas europeos. "Tendrán vergüenza de que se difunda, probablemente haya sido censurada", consideran desde Grecia.
"Tras esta declaración oficial, no hay duda sobre la evolución de los acontecimientos, porque estos salarios "búlgaros" muy pronto serán combinados en Grecia con un coste de la vida francés o alemán". "Tenemos que movilizarnos, urge más de lo que pensamos", afirma Yorgos Mitralias, activista griego miembro fundador del Comité Griego contra la Deuda, que insiste en llamar a un movimiento de masa europeo de solidaridad con el pueblo griego y de resistencia activa contra las políticas de austeridad.
Cuando los ministros europeos de Finanzas se reunieron el pasado mes de febrero para acordar el segundo rescate a Grecia, firmaron una declaración en la que mostraban su satisfacción por que los líderes de los dos partidos de la coalición griega se habían comprometido a hacer cumplir el programa de austeridad impuesto más allá de las próximas elecciones generales griegas.
Aunque bastante silenciadas, las encuestas de las elecciones griegas, previstas para el próximo mes de mayo, revelan más de una sorpresa: un fuerte golpe al bipartidismo de los conservadores de Nueva Democracia y los socialistas del PASOK, que tendrían complicado formar una mayoría de gobierno y un importante avance de los partidos contrarios a la austeridad. ¿Qué pasaría si de las urnas griegas saliera una mayoría anti rescate?
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